liga bbva 2015/2016: eibar - real madrid

El Real Madrid, contra las cuerdas

El Real Madrid visita Eibar en crisis sin que se sepa si volverá a mostrar esas dos caras que le convierten en un equipo vulgar y lleno de dudas

Posibles alineaciones para el partido de este domingo entre el Eibar y el Real Madrid

Posibles alineaciones para el partido de este domingo entre el Eibar y el Real Madrid / sport

Alejandro Alcázar

Plaza brava visita este Madrid de dos caras para intentar erguir el rumbo en la Liga tras el baño al que le sometió el Barça en el Bernabéu hace ocho días. Un Eibar perpendicular, combinativo valiente y agresivo que no va a dar resuello a las dudas de los blancos, que o responden o volverán a sufrir como viene siendo habitual en esta nueva etapa con Benítez al mando. Un examen complicado que mide las dudas del juego madridista -<strong>que ha preparado el duelo a conciencia</strong>- en el que mezcla momentos sobrios con pérdidas de orientación alarmantes aprovechadas por los rivales para destrozar sus endebles conceptos destructivos.

Los de Mendilibar quieren ahondar en esa crisis de identidad de los blancos, y lo tienen tan claro como que si ganan se ponen a un punto en la tabla. Un aliciente que tiene encendida a una afición entregada y que empujará a su equipo para que busque una muesca imborrable para su corta historia en la máxima categoría del fútbol español.

Permeables

Benítez tiene varios problemas que solventar para este partido. Por un lado la defensa, que más que un problema es una preocupación por lo permeable de sus últimos tres partidos en los que ha encajado 10 goles.

Tiene cuatro jugadores sanos, además de Arbeloa, para cuatro puestos y debe preocuparle que son los mismos que encajaron tres goles en once minutos ante el Shakthar, pese a que diga que se queda “con los 75 minutos de cohesión y armonía” que ofreció su equipo en Ucrania. 

Otro problema es que sin Isco, sancionado, le quedan JamesKovacic Lucas Vázquez para el centro del campo visto que Cheryshev no existe para él.

Lo normal sería que el colombiano acompañe a CasemiroKroos Modric, pero el castigo injusto que pesa sobre el ‘10’ por no renunciar a cinco días de vacaciones ganadas y merecidas siga coleando y vuelva a dejarle en el banquillo. Manías de entrenador a las que no renuncia ni aún teniendo a su equipo contra las cuerdas.

Eso sí, cuando se le pregunta pone la cinta de repetir para esconder los verdaderos motivos: “¿James? Lo repito, estoy encantado de tener a un jugador de su calidad. Mi esperanza es que juegue al máximo nivel todos los partidos”. 

Y la última, que variaría el dibujo y dejaría a James fuera, es alinear a la BBC con Benzema arriba, jugador que el técnico ha visto <strong>"muy centrado"</strong>. Pero el francés no está bien. Sus problemas personales afectan a su fútbol por mucho que intente buscar una vía de escape sobre el campo y de que Benítez le proteja: “Hago una valoración de lo que veo en el entrenamiento. Karim se entrenó muy bien, está tranquilo, le insisto en que se concentre en lo futbolístico”.

Ponga la alineación que ponga el Madrid tendrá un once de garantías sobre el césped de Ipurúa. Superior al del Eibar pero con la diferencia de que el equipo armero es un conjunto compacto, que sabe a lo que juega, que sabe lo que quiere y que se arma entorno al balón.

El Madrid no. Los blancos sobreviven de su talento, de la inspiración de sus estrellas dentro de un entramado amarrategui, de momentos lúcidos que acompaña con un fútbol plano, previsible, aburrido y cuya pizarra no marca diferencias. Una forma de jugar vulgar propia de un equipo pequeño incapaz de asumir riesgos.

Y los riesgos en un equipo grande son obligatorios porque para eso tienen jugadores capaces de minimizar los apuros con el acierto de sus estrellas.