El Real Madrid afronta un nuevo examen en el Bernabéu

El Eibar llega a un Bernabéu tapado por la niebla que provoca la falta de puntería. El Madrid se ha dejado siete puntos en casa, una victoria en cuatro partidos de Liga, que debería ser un aliciente para los de Mendilibar, que ya el año pasado arrancaron un meritorio empate en la séptima jornada. Pero tampoco esconde el temor de recibir hoy todos los que no han marcado los blancos en los últimos partidos. Y es que los de Zidane tienen necesidad de soltar esas cadenas que arrastran cuando toca rematar a portería, y que empiezan a pesar demasiado por un inicio de curso espeso. 

Uno de los motivos es que a la BBC se le caen las letras. Ya no ilumina los partidos, lucen intermitentes en mitad de esa bruma de dudas que provoca su falta de pegada. Mucha culpa Benzema y Cristiano, que están bajo sospecha en la Liga y hoy serán vigilados por su público. No juega con la alegría, ilusión, concentración y precisión que le elevó a los altares el año pasado.

ansiedad local

El Eibar no es que sea un rival de cuidado. También tiene sus problemas, como los tenía el Betis cuando visitó el Bernabéu, el Valencia y el Levante. Antecedentes que ilusionan a un equipo que se plantará con tres centrales y una férrea disciplina defensiva que reduzca la producción de ocasiones blancas, con la intención de llevar al límite la ansiedad local por su falta de gol. Mendilíbar llega también con lesionados importantes (Pedro León, Ramis, Fran Rico…) que le obligan a tirar de lo que tiene, pero sin cambiar sus planteamientos habituales.

Zidane pierde a Keylor, además de Carvajal, Bale y Kovacic. Mantendrá el bloque acostumbrado, pero podría introducir variaciones que den descanso a los más habituales. Casilla, Casemiro, Nacho, Benzema y Cristiano son los únicos seguros. A partir de ahí, que cada cual haga su apuesta. Incluso Sergio Ramos podría descansar tras jugarlo todo salvo un partido por sanción.