El Real Madrid no sabe ganar en el Santiago Bernabéu

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

El Real Madrid sufrió de forma inesperada su segundo tropiezo consecutivo en el Santiago Bernabéu ante un Levante afortunado que aguantó el 1-1 gracias a la descomunal actuación de su portero Raúl Fernández, capaz de desesperar con sus paradas a los delanteros madridistas. Por segunda jornada seguida los blancos exhibieron una alarmante falta de pegada y volvieron a demostrar que sin Cristiano Ronaldo pierden mucho gol

El Real Madrid se vio obligado a remar muy pronto a contracorriente como consecuencia del inesperado gol de Ivi (12') tras una evidente indecisión colectiva que dejó en evidencia a toda la zaga local empezando por un Carvajal que vio como el delantero levantinista le ganó la partida al controlar dentro del área un saque lateral en largo para acabar fusilando ante la salida de Casilla.

El cuadro de Zidane, repleto de teóricos suplentes -el francés volvió a apostar por las consabidas rotaciones pensando en el maratón de partidos que su equipo afronta durante el mes de septiembre-, había salido dispuesto a sentenciar por la vía rápida ante un rival que se había mostrado muy impreciso en esos primeros minutos, por lo que siguió apretando el acelerador. Lerma estuvo providencial en el arranque al sacarle un balón a Benzema tras una pared con Kroos y después del 0-1 Rober Pier hizo lo propio despejando un disparo de Marco Asensio tras una dejada de Benzema.

El Madrid empujaba y el Levante se puso en manos de su acertado portero y de sus dos centrales para evitar el empate hasta que la rodilla derecha de Benzema dijo basta en el 26'. Zidane se vio obligado a dar entrada a Bale y su equipo siguió apretando y dominando en busca del empate. Los nervios se trasladadon a la grada, que empezó a poner su punto de mira en el árbitro, siguiendo así la consigna de Florentino Pérez, el principal ideólogo de la campaña para presionar a los árbitros tras la sanción de Cristiano Ronaldo.

sin puntería

cuando más apretaba el Bernabéu llegó el tanto del empate. Como no podía ser de otra forma, llegó tras un córner lanzado por Kroos y cabeceado por Sergio Ramos. El bueno de Raúl pudo rechazar el disparo del capitán madridista, pero el balón quedó suelto en el área pequeña y Lucas Vázquez sólo tuvo que empujarlo al fondo de la red.

El gol animó al Madrid, que pudo ponerse por delante en el marcador antes del descanso en dos jugadas que no pudo culminar Bale. En la primera su cabezazo se marchó desviado y en la segunda, la más clara, el galés se plantó solo ante Raúl, pero su disparo cruzado fue rechazado con la mano por el meta levantinista.

El segundo tiempo arrancó igual, aunque el Levante estuvo a punto de sorprender a los blancos en una contra que no pudo culminar Alex Alegría. Esa jugada fue un espejismo, ya que el dominio del Madrid fue total. Su problema es que no tuvo la claridad necesaria en ataque para culminar alguno de sus acercamientos. El público empezó a impacientarse ante la falta de puntería de sus jugadores. Bale remató alto un centro de Lucas Vázquez, Kroos lo intentó desde lejos y Marco Asensio asumió el protagonismo que no había tenido hasta ese momento en ataque con dos claras ocasiones en el 71' y el 82'. En la primera su disparo se marchó cruzado y en la segunda Raúl rechazó su disparo.

El meta levantinista realizó un partido descomunal y se encargó de mantener vivo a su equipo. En el tramo final del encuentro el Madrid le puso a prueba en innumerables ocasiones, pero sus reflejos y la suerte le permitieron aguantar el 1-1. En unos últimos instantes de locura Bale envió un cabezazo fuera, Raúl sacó de forma espectacular un disparo de Marcelo, que en la misma jugada acabó expulsado por dar una patada en la cara a Lerma, y en el descuento Kroos estrelló un disparo en el poste. Pero el gol no llegó y el Madrid ya se ha dejado cuatro puntos en sus dos últimos partidos en casa.