REAL MADRID

Rafa Benítez: Solo siete meses en el Real Madrid... y muchos problemas

Rafa Benítez ha estado solo siete meses en el banquillo del Real Madrid, pero ha sido tiempo más que suficiente para que acumulara un sinfín de problemas

El 0-4 ante el Barça le hizo mucho daño al madridismo... y a Rafa Benítez

El 0-4 ante el Barça le hizo mucho daño al madridismo... y a Rafa Benítez / sport

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Lo había dicho él y lo sabía todo el mundo: entrenar al Real Madrid era el gran sueño de Rafa Benítez. Un sueño que se hizo realidad cuando Florentino Pérez le ofreció la posibilidad de dirigir al equipo. Le faltó tiempo para decir que si. Conocía bien el club y el equipo, sabía de las dificultades que le esperaban, pero también sabía que era un tren que pocas veces más pasaría por delante suyo.

Pero la alegría de ser entrenador del Real Madrid dio paso pronto a un sinfín de problemas, conflictos y enfrentamientos que han hecho que el técnico no pudiese disfrutar mucho que digamos en el banquillo del Santiago Bernabéu.

Nada le ha acompañado. Para empezar, los resultados. La cosa ya comenzó mal cuando en el primer partido de Liga el Real Madrid no pasó del empate a 0 en el campo del Sporting de Gijón. Era un recién ascendido y los madridistas entendieron que ese partido se tenía que haber ganado. Pero ese no fue el peor de los resultados sufridos. Aún no había acabado septiembre, cuando un Málaga en situación complicada lograba empatar también en el Bernabéu. Pero aún siendo en casa, ese empate el 26 de septiembre no hizo tanto daño como el del 4 de octubre. Porque aunque no fue en casa, sí que fue en el derbi madrileño, en el Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid. No convenció ni el juego ni el resultado. Y también ese día se evidenciaron ya serios problemas con el vestuario. Tras el encuentro no dudó en criticar a Sergio Ramos por la jugada del penalti a Tiago. Se había ganado un enemigo. Y era uno de los "capos" del vestuario.

Algún buen resultado, sin que el juego nunca convenciese, llevó un poco de calma, hasta llegar al 8 de noviembre. Partido en Sevilla y doble problema. Primero porque el equipo pierde 3-2. Pero el problema gordo es porque las cámaras de televisión le pillan en el banquillo rajando de algunos de sus jugadores. El conflicto en el vestuario no hacía más que crecer...

Pero nada duele más que verte derrotado y humillado por tu gran rival. Y encima, en casa. El 0-4 ante el Barça el 21 de noviembre hizo tanto daño en el madridismo que provocó incluso que Florentino Pérez tuviese que salir a dar la cara. Y pasó lo que pasa casi siempre. Cuando el presidente ratifica a un técnico, suele tener los días contados. "Rafa Benítez no es el problema sino la solución", llegó a decir el presidente. Nadie le creyó. Todo el mundo sabía que el entrenador estaba sentenciado.

Las cosas iban tan de mal en peor para Benítez que incluso le salpicaban cosas que, sobre el papel, no eran problema suyo. Es el caso de la vergonzosa eliminación en la Copa del Rey por la alineación indebida de Cherysev en el partido ante el Cádiz. Un escándalo mayúsculo, pero más culpa de otros que no del pobre Rafa. 

Goleadas engañosas y resultados positivos ante rivales fáciles no solucionaron nada. El equipo volvía a dar una mala imagen y caía en Villarreal (1-0) el 13 de diciembre. El crédito de Rafa Benítez seguía agotándose con rapidez. A Benítez ya no le salvaban ni goleadas como el 10-2 ante el Rayo. Su cabeza pendía de un hilo y el hilo lo cortó el empate este domingo en el campo del Valencia. Adiós Benítez.

CONFLICTOS EN EL VESTUARIO

Ya hemos hablado del problema que tuvo Rafa Benítez con Sergio Ramos tras el partido del Vicente Calderón. Pero el defensa andaluz no ha sido el único frente abierto del técnico dentro del vestuario. De manera más o menos pública se han conocido conflictos y desencuentros con Cristiano Ronaldo, Benzemá, Isco, James Rodríguez... Curiosamente, se dijo que uno de los motivos por los que Florentino le fichaba era porque entendía que tras Ancelotti el vestuario del Madrid era un desmadre. Benítez llegaba para poner orden. Y ni eso consiguió.