El peligro es Florentino Pérez

El prestigio de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, está por los suelos a nivel internacional. Sólo hay que leer artículos como el que le dedica la prestigiosa revista italiana 'Guerin Sportivo' en su especial de la Liga de Campeones. Bajo el título "el peligro es Pérez", el periodista Andrea de Benedetti critica con dureza los métodos de Florentino Pérez y le responsabiliza directamente de los fracasos deportivos que ha cosechado el equipo blanco estas últimas temporadas.

Arranca el artículo recordando el cese de Rafa Benítez y el nombramiento de Zinedine Zidane. "Algún día se verá fuera que la culpa no era sólo de Benítez, como antes no lo fue sólo de Ancelotti, ni de Mourinho, ni de Pellegrini, y como no lo será de Zidane el día en que, inevitablemente, pese a su ilustre tonsura, hoy emblema de renovación y modernidad, será archivado como algo viejo, inadecuado y perdedor. La culpa (...) era y será siempre compartida con el palco, esa especie de salón enclavado en la tribuna del Bernabéu, donde cada dos semanas Florentino Pérez es anfitrión de la flor y nata de la aristrocacia madrileña: políticos, empresarios y nobles, que el presidente convoca en el estadio para demostrar a todos no tanto la potencia del equipo en el campo, sino la suya".

El periodista compara los métodos de Florentino Pérez con los del propietario del Milan, Silvio Berlusconi. Y argumenta que "como el Berlusconi de los viejos tiempos, él es el entrenador en la sombra del Real Madrid, con la diferencia de que mientras Silvio se limitaba a imponer, o por lo menos a sugerir, su esquema preferido, Florentino decide directamente los nombres. Si no todos, al menos la mitad: Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo los primeros, pero también James y Danilo, que con todo lo que han costado no pueden ser dejados a ejercer de figuras sonrientes en el album".

Pero la sumisión de los técnicos no garantiza nada, recuerda. "El problema, para el que está en el banquillo, es que ni siquiera la total sumisión a los deseos del jefe garantiza el puesto de trabajo, porque si sucede, como el año pasado, que el Barcelona gana cinco títulos y el Madrid ninguno, no se puede pretender que no ha pasado nada y esperar distraer a los socios con el enésimo fichaje rimbombante". La solución, añade, es siempre despedir al entrenador, "el remedio-no-remedio más antiguo del mundo".

Y se pregunta los motivos por los que Zidane ha aceptado asumir el reto. "No sabemos qué ha hecho que Zizou aceptara de manos de Pérez una bomba de relojería semejante".