REAL MADRID

Mano dura en el Real Madrid

El Madrid anunciará el fichaje de Benítez el lunes, tras su último partido con el Nápoles, con el que no renovó a pesar del intento del club napolitano

Benítez llega para poner mano dura en el vestuario blanco

Benítez llega para poner mano dura en el vestuario blanco / sport

Alejandro Alcázar

El Real Madrid anunciará el fichaje de Rafa Benítez el próximo lunes, después del último partido que dirija al Nápoles. El hermetismo es obligado por el importante partido ante el Lazio, en el que se juega estar en la Champions la próxima temporada. El madrileño firmará por un año con opción a otro, que se haría efectivo siempre que gane uno de los tres títulos importantes de la temporada. Es la política de Florentino, si ganas sigues y si no a la calle, como ha ocurrido con Pellegrini, Mourinho y Ancelotti en esta segunda etapa como presidente. Benítez no es el entrenador que más le gusta, pero encaja a la perfección en sus objetivos de un entrenador estricto para una plantilla que se acomodó con Ancelotti y que acabó la temporada dando auténticos ‘espectáculos’ como el 4-0 del Calderón, donde empezó a perder la Liga, o el esperpéntico 3-4 en el Bernabéu, ante el Schalke, donde anunció sus limitaciones para ganar la Champions.

Rafa Benítez llegará avalado por José Ángel Sánchez, director general del club, asesor y brazo ejecutor de Florentino Pérez. Una recomendación que pasa el filtro pese a no ser un entrenador del gusto presidente, que se aleja de casi todo el que se ha labrado un brillante currículo en el club. Tiende a desconfiar de esos madridistas de toda la vida como Del Bosque, Raúl, Michel o Casillas, pero Benítez es uno de ellos, aunque de perfil bajo al no haber sido un personaje importante en la historia del Madrid, pero que triunfó lejos quizá por ese ADN que adquirió a su paso por el club tanto como jugador de la cantera como entrenador, donde dio sus primeros pasos llegando a ser ayudante de Del Bosque en el primer equipo.

Benítez es un técnico estricto, milimétrico, que exige máximo esfuerzo táctico a cada jugador a los que pone en su puesto natural. Un entrenador de pizarra, que busca el funcionamiento del bloque y exige a cada jugador máximo rendimiento en su zona de influencia con y sin balón. Un técnico inteligente, estudioso y que prepara a fondo cada partido desde la perspectiva propia y del rival. Un método que se aleja al exigido a los jugadores en sus dos años con Ancelotti, en el que tenían libertad y su rendimiento dependía de la responsabilidad individual de cada cual sin que sus malas actuaciones les pasaran factura. 

Benítez está centrado estos días en dejar el Nápoles en la Champions y hasta que no cierre esta etapa, no reconocerá que su futuro es el Real Madrid. Su agente, Manuel García Quilón, evitó ayer confirmar cualquier acuerdo “no hay nada de nada”, pero tampoco cerró su ampliación por el club italiano a principios de mayo cuando su presidente Aurelio de Laurentiis pretendía renovarle tres o cuatro años. Precisamente, el club napolitano ha convocado para hoy una rueda conjunta de Benítez y De Laurentiis para confirmar la marcha del técnico. En dicho encuentro Benítez no anunciará su fichaje por el Madrid.