Mundial de Clubes

Lío arbitral en la final del Mundial

Las preferencias en las designaciones arbitrales del Real Madrid hicieron saltar la señal de alarma en San Lorenzo

El Madrid quiere que árbitre el portugués Proença

El Madrid quiere que árbitre el portugués Proença / sport

Alejandro Alcázar

El San Lorenzo de Almagro será el rival del Real Madrid en la final del Mundialito de Clubes que se está jugando en Marruecos. Su presidente es Matías Lammes, un joven abogado argentino de 34 años que no se fía de la FIFA, del lobby del Real Madrid, de la violencia de Pepe ni del árbitro en el partido que coronará el mejor equipo del torneo que se celebra mañana en Marrakech.

Lammes cuestiona la designación del colegiado, teme la gran influencia del Madrid por el lobby que arrastra y señala a Pepe cuando se insinúa que los blancos pueden temer la violencia de su equipo.  El dirigente del equipo azulgrana, viste como el Barcelona, ya ha empezado a jugar la final consciente de que la mejor manera de equilibrar el favoritismo hacia el Real Madrid es dando su opinión y hacerse oír para que no les quiten nada.

Un árbitro neutral

“No creo que ninguno de los dos equipos haga un fútbol violento”, dice y reacciona cuando le preguntan si el Madrid debe temer a sus jugadores en este apartado: “En todo caso, también tenía que preocuparse San Lorenzo por Pepe”, repite en sendas entrevistas concedidas a ‘As’ y ‘Marca’. Y es que la fama del central portugués es ya universal. Pero al margen de que el partido pueda o no ser ‘canchero’, a Lemmes hay algo que le preocupa de verdad, el colegiado. Pide uno que deje jugar y no que corte el fútbol de manera permanente: “Nosotros confiamos en los arbitrajes. Estamos acostumbrados a partidos con más contacto físico. El árbitro australiano Williams, en el encuentro ante el Auckland, pitaba falta nada más tocar. Es difícil jugar así”.

El presidente de ‘Los Cuervos’ apostaba por la designación de un colegiado de un continente que no sea al que pertenecen los dos finalistas. “Sería lo más lógico”, dice, y agrega: “Es una decisión en la que podemos intentar influir, aunque decide FIFA”. Y reclama ser oídos porque “Sudamérica tiene una importante representación en la FIFA”. Su intención es minimizar la llegada que tiene el club blanco sobre todos los parámetros futbolísticos. “Nadie puede desconocer el poder del Real Madrid, en su capacidad de lobby y a la costumbre de jugar este tipo torneos”, afirma y reconoce que en eso están por encima de ellos, pero no quita para que se oiga su opinión: “Si FIFA cae en el error de escuchar más al poderoso incurriría en un error muy grave”. La aseveración de Lemmes es preocupante, al dar por sentado que FIFA escucha al Real Madrid y él demanda que se les escuche aunque sea por la importante representación que tiene Sudamérica en la organización que preside Blatter. 

Por último, el presidente del club argentino descubre que el presupuesto de San Lorenzo de Almagro es de “100 millones de pesos”, unos 10 millones de euros, pero no cree que esa diferencia económica sea definitiva: “Se puede competir igual, lo más atrapante de este deporte es que a veces el más débil gana al más poderoso y es un desafío enfrentarse a ellos y el Madrid nos motiva más”.