CHAMPIONS: JUVENTUS - REAL MADRID

Juventus - Real Madrid: Muerte para el que regale algo

El campeón de Italia y el de Europa afrontan la ida de las semifinales con precauciones para intentar llegar a Berlín

Alejandro Alcázar

El campeón de Italia contra el campeón de Europa. Juventus contra Real Madrid. Un cartel de lujo para una de las semifinales de la Champions con dos clubes de alta tradición continental. Un partido grande que afrontan con respeto, quizá demasiado anteponiendo las estrategias preventivas antes que las ofensivas. Los dos apostarán por más especialistas en destruir que en construir, en el primer acto de una eliminatoria que nace equilibrada, pero con el Madrid con ligera ventaja en las apuestas que libera de presión a los italianos. La Juventus domina el fútbol de su país en los últimos años, tarjeta de presentación poco encomiástica ante el momento valle por el que atraviesa aquel fútbol, pero siempre es un enemigo de cuidado con jugadores repletos de talento. Los dos equipos llegan con bajas importantes como Pogba, Modric o Benzema, que no minimizan un choque donde se darán cita otras estrellas que dotarán de interés las estrategias de los dos técnicos italianos.

Partido de 180 minutos

Un partido con planteamientos de clara contención defensiva, con cinco zagueros en los italianos y otros tantos en los españoles, para una eliminatoria que ambos plantean a 180 minutos. Ancelotti no se esconde al decir que le valen dos empates, aunque uno de ellos a costa de marcar hoy en Turín para aprovechar el valor doble de los goles a domicilio. Suena a rácano pero a estas alturas de temporada vale todo con tal de llegar a Berlín, y la premisa fundamental es ser pragmático antes que espectacular. La previsión es que la Juve ceda el balón al Madrid e intente explotar su velocidad y precisión en el contraataque para sorprende a un Madrid que, salvo sorpresa, apostará por el equilibrio que da a su fútbol cuatro centrocampistas aunque uno de ellos, Sergio Ramos, sea un central reconvertido. 

Si se cumple la previsión, Ancelotti demostrará que no confía en Chicharito y no retomará su clásico 4-3-3, aunque se le perdona ante lo desconocido de una eliminatoria que afrontan con optimismo, pero a la que rinde respeto con tal planteamiento. Allegri tiene claro que sus opciones pasan por anular la creatividad de los madridistas, y ha decidido plantar una defensa de cinco para amargarles la noche en ataque. Deja la imaginación en manos del extraterrestre Pirlo para que encuentre a Tevez o a Morata, la duda es si pondrá al exmadridista o a Llorente, para romper a la defensa rival. Una defensa en la que Marcelo no cumple, es un coladero como dejó patente en Sevilla, y que crea la duda en Ancelotti que podría apostar por Coentrao. 

Será una partida de ajedrez con el Madrid al ataque y la Juve a la contra. Ancelotti da cierta ventaja a los blancos al conocer perfectamente lo que tendrán sus chicos delante, un rival italiano que sabe explotar las mejores condiciones de un fútbol destructivo y que golpea con precisión en cuanto vislumbra una vía defectuosa. A eso juega y lo borda.

Una eliminatoria competida con jugadores experimentados que no regalarán nada, y el que lo haga que se dé por muerto porque si el Madrid tardó 187 minutos en derribar el muro atlético en los cuartos de final, revivirá la pesadilla aunque con la desventaja de no conocer tan bien al rival, aunque sea igual de antipático y rancio cuando de jugar al fútbol se trata.