Confidencial: Florentino Pérez medita su futuro

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, podría estar planteándose dar un golpe de timón a su actual situación. El empresario madrileño está viviendo momentos complicados al frente del club que le impiden volcarse en su actividad profesional, donde tiene responsabilidades mayores a las que enfrentarse. En la cúpula del club empiezan a pensar que tal exigencia sumada a la irregular marcha del equipo, que provoca las airadas quejas de una afición que ya pide su dimisión desde la grada del Santiago Bernabéu, como ocurrió durante el derbi por tercera vez esta temporada, le haga recapacitar. 

Trasciende desde dentro de la entidad de Chamartín que Florentino Pérez podría plantearse adelantar las elecciones a este verano, sobre todo si el equipo gana o hace un papel estelar en la Champions League, para asegurarse el sillón y a partir de ahí nombrar un delfín que le sustituya. De esta manera podría atender sus obligaciones profesionales sin desligarse completamente del Madrid, donde se le guardaría el sitio en caso de que quisiera o pudiera regresar más adelante.

Entre los dirigentes que componen su junta directiva sólo un hombre tendría el perfil necesario que pudiera guardarle las espaldas. Se trataría de Fernando Fernández Tapias, vicepresidente primero, al que respeta y que estaría encantado de ser su relevo al frente del Madrid. Un empresario de prestigio, con un patrimonio personal considerable, que siempre ha sido leal al presidente y sobre todo es madridista. Se supone que Fernández Tapias aceptaría asumir la presidencia en caso de que Florentino se lo pidiese y así cumplir uno de sus grandes anhelos.

La otra opción sería Eduardo Fernández de Blas, vicepresidente segundo y abogado de profesión. Otro madridista que ha trabajado desde fuera y ahora desde dentro por el Madrid. Ha sido fiel escudero del presidente y ha cumplido y cumple a rajatabla con el papel de embajador blanco que le ha dado el presidente. Sin embargo, Florentino no ve en él un relevo de alcurnia, con el caché suficiente como para recoger su relevo.