REAL MADRID

La estructura exótica del Real Madrid

La Undécima del Real Madrid tiene muchas historias internas

Florentino Pérez, presumiendo de la undécima

Florentino Pérez, presumiendo de la undécima / sport

Ernest Folch

Con el paso de los años, la Undécima del Real Madrid se convertirá en un caso digno de estudio en las universidades del fútbol del futuro. Esta Champions, inesperada hace escasos meses, tiene la peculiaridad de haber sido conquistada por un entrenador con solo 145 días en el cargo, del que todavía no sabemos casi nada descifrable más allá de sus indudables resultados: su concepto más claro, la apuesta por Casemiro, ni siquiera es suya sino de Benítez, su predecesor cesado y marginado. Pero el título del Madrid tiene aún otra curiosidad, que tiene que ver con su estructura exótica: es el único equipo capaz de ganar títulos de esta envergadura sin director deportivo. O mejor dicho: con un presidente que es a la vez su secretario técnico, una figura plenipotenciaria sin parangón en el mundo. En el fútbol del siglo XXI, proliferan estructuras complejas de directores deportivos, CEOs, técnicos de fichajes y todo tipo de cargos propios de estructuras empresariales modernas. Lo fascinante del Madrid es que vive en una realidad paralela, ajeno a los avances del mundo, de Bernabéu a Florentino, siempre en manos, como manda su tradición, de una presidencia absolutista y unipersonal. Tanto es así, que del Madrid no se tiene ninguna noticia de sus directivos, debidamente escondidos tras las cortinas presidenciales: no se ven nunca en ningún medio, no hablan ni tienen rostro, como si su sola presencia pudiera incomodar a su majestad. Cierto, las victorias refuerzan la autoestima pero también ahondan los defectos, y la undécima tiene pinta de agudizar todavía más los tics presidenciales de la casa blanca.  Una de las características intrínsecas del Madrid es haber conseguido un espacio mediático amable, controlado y poco dado a la crítica, que le permite blindarse ante las crisis: son las ventajas del autoritarismo. Las próximas semanas serán decisivas para entender cómo evoluciona la galaxia blanca y cómo reacciona su entorno mediático ante la victoria. El Madrid logró transformar su crisis de enero en una Champions en tiempo récord. Pero ojo, porque hemos visto infinidad de veces cómo la mala gestión de un éxito lleva también a un fracaso.