Bale, la debacle de un semidiós

A Gareth Bale se le acumulan los problemas

A Gareth Bale se le acumulan los problemas / AFP

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El delantero galés del Real Madrid, Gareth Bale, estaba llamado a ser el relevo de Cristiano Ronaldo y el guía de Gales. Era el semidiós que tenía que seguir los pasos de CR7 y asegurar la hegemonía del equipo blanco.

Sin embargo, la realidad está siendo otra. Hasta que el Manchester United fichó a Pogba (120 millones), Bale encabezó la lista del fichaje más caro de la historia del fútbol (101 millones de euros) y, por ahora, sigue siendo la inversión más gorda echa por Florentino por un galáctico.

Pero en cuatro años no ha progresado por culpa de su fragilidad física. Las repetidas lesiones no le han permitido esa regularidad necesaria para hacerse imprescindible ni en el Real Madrid ni en su selección.

En el Real Madrid multiplica sus ausencias (juega uno de cada tres partidos) y eso le hace prescindible para Zinedine Zidane. Lo peor, sin embargo, es que el cuerpo técnico ya cuenta con que se lesione.

Pérdida de peso específico

El equipo lo ha ganado todo con él entrando y saliendo de la enfermería. Y una prueba de su poco peso específico es que siete de sus compañeros están nominados al Balón de Oro 2017 y él no.

Otro revés que acaba de sufrir el semidiós galés ha sido la eliminación de Gales en la carrera hacia el Mundial de Rusia 2018. Pero es que su selección se ha quedado sin Mundial con él lesionado...

A sus 28 años sigue atado a su fragilidad física que le impide triunfar, un problema que le obsesiona y le obliga a jugar sin arriesgar. Y si no juega al cien por cien es un futbolista vulgar.

Tiene cinco años más de contrato

De todas formas, Bale tiene asegurados cinco años de contrato con el Madrid, donde es el segundo jugador que más dinero gana.

Su club ya se planteó venderle la pasada temporada, y sigue planteándoselo. En Madrid aseguran que es el heredero de los ProsineckiWoodgateKaká Robben, que fracasaron por sus constantes lesiones.