Intenta forzar sin éxito al galés para que reaccione

Ancelotti, harto de Bale

Carlo Ancelotti sabe que si Bale no logra adaptarse la única solución será que regrese a la Premier League

Francesc J. Gimeno

Las continuas ausencias del galés Gareth Bale han acabado sacando de sus casillas al técnico madridista, Carlo Ancelotti. El italiano está convencido de que el jugador no tiene ningún problema físico serio y que todo se debe a sus problemas de adaptación a su nueva vida en Madrid y a su nuevo club. Su teoría es que la presión le está jugando una mala pasada y el galés no sabe como salir de esta situación. Por eso Ancelotti tomó la decisión de forzarle incluyéndole en la última convocatoria ante el Atlético. Pretendía presionar a Bale y ponerle a prueba, para que fuera él mismo quien arrojara la toalla en el momento decisivo, tal y como ocurrió finalmente.

El galés abandonó el pasado miércoles la concentración en la Ciudad Deportiva de Valdebebas pocas horas antes del partido argumentando que seguía notando molestias en el gemelo de la pierna izquierda, lesión que ya le había impedido estar a disposición de Ancelotti en los dos encuentros de Liga anteriores. El club madridista salió luego en auxilio del jugador intentando esconder la realidad y alegando que todo estaba planeado de antemano, ya que Ancelotti no quería forzar a Bale pensando en el próximo compromiso ante el Villarreal, donde no podrá estar el sancionado Cristiano Ronaldo.

La realidad, en cambio, es mucho más prosaica. Los médicos le aseguran a Ancelotti que Bale no sufre ninguna lesión y que todo es una cuestión psicológica. En estos momentos no tiene la confianza adecuada para afrontar el examen que supone jugar un partido con el Madrid.

Los dirigentes madridistas están intentando convencer al entrenador de que conceda un par de semanas de descanso a Bale para que éste pueda ponerse a punto y arranque definitivamente, pero Ancelotti no es partidario de esa solución. El otro problema del técnico es que ha comprobado que el 4-3-3 por el que ha apostado es mucho más sólido, tanto en defensa como en ataque, con el canterano Jesé que con Bale.

El entrenador italiano pretende espabilar al galés y está convencido de que podrá conseguirlo de aquí a final de la temporada. Está seguro de que su único problema es de aclimatación y se ve capacitado para integrarlo. De todas formas, Ancelotti empieza a estar harto y se está planteando qué sucederá si finalmente Bale no despierta de aquí al próximo mes de junio. En su opinión, en ese caso el Madrid debería tomar una difícil decisión y desprenderse del galés, retornándole a la Premier League.

Esta posibilidad horroriza a Florentino Pérez, presidente madridista. No quiere ni planteárselo y mucho menos un año después de haber invertido cien millones de euros en su contratación.

La operación resultaría ruinosa económicamente y el máximo dirigente madridista sólo contemplaría desprenderse del galés a partir de la segunda temporada por temas relativos a la amortización del fichaje.