Los pitos confirman el divorcio entre la grada y el banquillo

La afición del Real Madrid se harta de Ancelotti

El empate cosechado ante el Villarreal ha colocado a Carlo Ancelotti en una difícil situación. La afición le reprochó airadamente el cambio de Isco por Illarramendi

Francesc J. Gimeno

Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, ha quedado muy tocado por el empate encajado en el Santiago Bernabéu frente al Villarreal. La grada le hizo responsable directo del mal juego y del resultado al protestar airadamente el cambio que el técnico italiano realizó en la recta final del partido al sustituir a Isco por Illarramendi. La afición del Real Madrid entendió la decisión como una renuncia a la victoria y como una demostración de impotencia, a la vez que suponía una nueva prueba del carácter pusilánime del entrenador madridista, propenso a dar entrada siempre a jugadores de perfil defensivo en la recta final de los encuentros..

Los pitos que se escucharon el domingo por la noche en el Santiago Bernabéu fueron elocuentes del divorcio que existe en estos momentos entre la afición del Real Madrid Carlo Ancelotti. El técnico italiano se vio obligado tras el encuentro a pedir disculpas a la grada al tratar de argumentar su decisión. "Un entrenador hace los cambios porque cree que es lo mejor para el equipo. Si la afición no lo entiende, lo siento, pero tomé la decisión e hice el cambio para más más equilibrio al equipo", trato de justificarse Ancelotti en la sala de prensa del Bernabéu.

Pese a tener el firme apoyo del vestuario, el resultado ante el Villarreal ha colocado a Ancelotti en una situación muy comprometida, tanto frente a la afición madridista como delante de la directiva. El bajón del equipo tras el parón navideño -ha dejado escapar ocho puntos en la Liga- ha sido elocuente y la continuidad del italiano ha quedado seriamente cuestionada a la espera de cómo se resuelva la temporada. A Ancelotti sólo le puede salvar el título de Liga y sobre todo reeditar la Liga de Campeones. No conquistar ninguna de esas dos competiciones es la coartada que Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, necesitará para prescindir de Ancelotti cuando llegue el momento.