A PIE DE CAMPO

Al comité se le ve el plumero

Joaquim M. Bertran

Lo denunciamos en su día y al final nos han acabado dando la razón. El castigo que sufrió Tito Vilanova por su expulsión por parte del nuevo Comité de Competición no resultó ser un cambio de criterio disciplinario ni un “aviso para navegantes”, sino que fueron a por el entrenador barcelonista. Así, sin más.

Lo sancionaron con dos partidos por “protestar airadamente un lance del juego habiendo sido advertido con anterioridad por el árbitro asistente”. Fue un castigo ejemplar, una demostración de que a partir de ahora el baremo de las sanciones iba a ser muy diferente. Pero, a la hora de la verdad ya se ha visto que Tito Vilanova ha sido solo un chivo expiatorio. Se encarnizaron en él, no sabemos si por el simple hecho de ser del Barça.

Solo hay que comprobar las decisiones que ha tomado este renovado comité en las posteriores jornadas. Ni rastro de la dureza demostrada con Tito.

Y para más `inri¿ solo ha faltado conocer los acuerdos alcanzados por el Comité de Competición esta semana. Por ejemplo, al entrenador del Espanyol, Mauricio Pochettino, con el que no tengo nada en contra, se le ha impuesto la misma sanción que a Tito Vilanova, amparándose en el mismo artículo 120, pese a que el colegiado explicó en el acta que, entre otras cosas, expulsó al argentino por “dirigirse a mi cuarto árbitro en señal de disconformidad con una de mis decisiones, con los brazos en alto y diciéndole a viva voz: “esto es una puta vergüenza”; repitiéndolo en varias ocasiones”. Y añadiendo luego en la misma acta que “al finalizar el partido y en las inmediaciones de nuestro vestuario, salió a nuestro encuentro el entrenador del Espanyol pidiendo explicaciones por su expulsión. Todo ello gritando y diciendo: “a ver qué vas a poner en el acta”, intentando acceder a nuestro vestuario, sin conseguirlo”.

Es decir, lo mismo que Tito Vilanova. Esta vez al Comité si que se le ha visto el plumero.