El City de Guardiola se estrella ante un resucitado Leicester

El Manchester City se perdió en Leicester. Guardiola vivió uno de sus peores momentos en Inglaterra en un primer tiempo para olvidar ante el actual campeón de la Premier.

En un arranque nefasto de los de Manchester, los ‘foxes’ anotaron dos goles en ocho minutos, para sentenciar el partido con un tercero antes del descanso.

Vardy, autor de un hat-trickl, pero que fue superado en el primer tiempo.

Al Leicester, que este año se empieza a levantar del sueño perfecto que fue la campaña anterior, se le pudieron detectar muchos indicios del campeón de liga.

El King Power Stadium se encargó de invocar aquel espíritu rememorando el Nessum Dorma que entonó Pavarotti el día que se hicieron con el título. Los jugadores, pusieron el resto.

Se puso el equipo a la espalda el jugador más desaparecido hasta ahora. Jamie Vardy llevaba tres meses sin ver puerta, pero Ranieri vio en él el hombre perfecto para sacar petróleo de las espaldas de la defensa del Manchester City.

Lo cierto es que la intensidad defensiva inicial del City invitó a Vardy a olvidarse de sus problemas. Los hombres de Guardiola estaban desnortados en Leicester. Los locales se beneficiaron de su marcaje zonal, se impusieron en el balón aéreo y desactivaban todo movimiento en bloque del City con un juego directo que descolgaban como nadie.

El City cedió bajo una suave lluvia, y delante de un furioso ataque local. Dos minutos tardó Stones en quedar expuesto en un dos contra uno. Slimani mandó un pase al espacio para Vardy, que sin marcaje fusiló a Bravo con un tiro cruzado.

Al Manchester City adormecido le llegó un derechazo impecable al cabo de dos minutos. Para el Leicester un saque de banda es oro puro y, tras un servicio en largo, ganaron al Manchester City por los aires antes de ceder a Andy King en la frontal del área. El centrocampista mandó un tiro enroscado entre un mar de hombres que Bravo solo rozó antes de que entrara a gol. Si el portero chileno fue cuestionado en sus inicios, la afición se encargó de recordar a su predecesor cantando “Don’t sell Joe Hart” (no vendáis a Joe Hart) en las gradas.

Lo más peligroso de los de Guardiola hasta el momento fue un tiro demasiado cruzado de De Bruyne. Ni tiraron a puerta los hombres de Pep antes de que los ‘foxes’ dejaran el partido visto para sentencia.

Vardy puso la puntilla al partido, esta vez tras la construcción de juego más simple posible. En dos toques, el Leicester fue de área a área. Un balonazo largo de la defensa lo convirtió en magia Mahrez, que tocó con la suavidad de los elegidos para dejarlo en bandeja de un Vardy desenfrenado. El inglés esquivó a Bravo y sentenció a puerta vacia.

Por obligación, el City mejoró su imagen en el segundo tiempo. Pep incrustó tres defensas, cambió a Navas de banda y centró a Kevin De Bruyne. El equipo incrementó su dominio y su número de ocasiones. Pero no su efectividad. Ihenacho marró con la cabeza, De Bruyne disparó demasiado cruzado e incluso Zabaleta chutó fuera por poco.

Guardiola apostó para poner a Yaya Touré como falso nueve la última media hora, pero ni así. El que volvió a aparecer fue Jamie Vardy para amargar aún más la tarde. En plena salida de balón, Stones cedió de forma inocente a Bravo, regalo suficiente para el zorro local. Vardy lo interceptó y, muy escorado a la línea de fondo, mando el balón a gol con un tiro casi imposible.

Algo de honor rescató el Manchester City antes del final. Kolarov defenestró por primera vez el arco de Zieler con un potente lanzamiento, y Nolito remató a gol el segundo para su equipo al finalizar después de un pase atrás.

El resultado impacta más a nivel moral que efectivo. Más allá de los tres puntos, la vulnerabilidad del City en el tramo inicial deja tocado a un equipo que solo ha dejado su portería a cero en dos de los quince partidos disputados hasta el momento.