El Chelsea recupera el trono de la Premier League

El Chelsea vuelve a reinar en la Premier League. Aparcada la sorpresa que significó el éxito del Leicester la pasada temporada, la normalidad se impuso con el título de los blues, que en cuanto tomaron la velocidad de crucero se dispararon como grandes favoritos primero... Y únicos después.

El dominio del Chelsea en la competición, a todos los niveles, fue de tal calibre que Antonio Conte fue proclamado mejor entrenador de la temporada y Ngolo Kanté se llevó el galardón de mejor futbolista.

Favorecido por no disputar competición europea, el equipo de Stamford Bridge comenzó el campeonato con dos derrotas y un empate en seis jornadas que llegaron a poner en duda la permanencia de Antonio Conte en el banquillo... Pero a la que a finales de septiembre el técnico italiano impuso su sistema en el campo su equipo se disparó de manera ya imparable.

Derrumbado en septiembre, en noviembre se puso líder... Hasta el final 

El Chelsea se hizo con el liderato en noviembre, en la jornada 12, y de ahí al final lo mantuvo con una solvencia indiscutible, escapándose de todos sus rivales y manteniendo apenas un cara a cara con el Tottenham de Pochettino, que por segunda temporada consecutiva acabó la Premier en segundo puesto y en enero fue capaz de derrotarle.

Por detrás, sin lugar a invitados sorpresa, al Manchester City le penalizó su irregularidad tras un demoledor inicio (diez victorias consecutivas en partidos oficiales) a las órdenes de un Guardiola al que su estreno en Inglaterra, con una inversión de 213 millones de euros en fichajes, le mostró las dificultades extremas de la competición y el Liverpool, que llegó a disfrutar del liderato una jornada, acabó sufriendo para amarrar la cuarta posición.

El fracaso, entre los grandes, lo personalizaron Arsenal y Manchester United. Los diablos rojos, sextos, acabaron en su segunda peor posición en toda la historia de la Premier y solo ganar la  final de la Europa League al Ajax evitaría que el fiasco de Mourinho en su primer año fuera total. por más que le penalizase en la recta final la grave lesión de Ibrahimovic.

Claro que eso no es ningún alivio en Ashburton Grove, donde el derrumbe del Arsenal ha sido histórico. Hasta el punto de quedarse fuera de la Champions por primera vez desde 1997 y provocar que la misma hinchada que le idolatró pidiera durante todo el curso la marcha de Arsene Wenger.

El City cumplió el mínimo exigible y el Arsenal consumó un fracaso histórico

Por lo demás fue un año amargó en Filbert Way, hasta el punto que el Leicester, acosado por el peligro de descenso, despidió al ‘Emperador’ Ranieri antes de un resurgir para muchos sospechoso y que llevó a los zorros a encadenar cinco victorias consecutivas bajo el mando de un Craig Shakespeare. que se ganó su permanencia en el banquillo hasta fin de curso y que, incluso, podría mantenerle la próxima campaña.

El Everton de Koeman mantuvo su sueño de Champions hasta que se le acabó la gasolina y a partir de ahí, entre el Bournemouth y el Hull, que al final se condenó, la pelea por no descender fue absoluta, descolgado un Sunderland al que Moyes llevó al abismo y caído también el Middlesbrough, al que la salida de Karanka se demostró inútil.

A falta de conocer el ganador de la final del play-off entre Huddersfield y Reading el 29 de mayo en Wembley, las otras dos plazas de ascenso a la Premier las ocuparon el Newcastle de Rafa Benítez, que regresa a la máxima categoría apenas un año después de su caída a la Championship, y el Brighton, que al cuarto intento en cinco años consiguió su billete a una primera categoría que no disputa desde 1983.