El Tata considera más fácil gestionar un 'grande' que un modesto

Martino: "Las rotaciones se van al diablo ante el primer partido importante"

Gerardo Tata Martino mantiene la autocrítica sobre su etapa al frente del FC Barcelona

Gerardo Tata Martino, seleccionador de Argentina y ex entrenador del FC Barcelona

Gerardo Tata Martino, seleccionador de Argentina y ex entrenador del FC Barcelona / sport

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El banquillo de la selección argentina no parece haber cambiado a Gerardo Martino. Al menos, eso es lo que el Tata transmite en sus palabras. En lo futbolístico, sus respuestas reflejan la misma convicción que tenía tanto al comienzo de su carrera como luego en el seleccionado paraguayo o en el mismísimo FC Barcelona. Así, hablará varias veces de su "idea" dando por asumido que, a esta altura de su trayectoria, todos la conocen: arriesgar en la salida, hacer un culto de la posesión, presionar alto y, sobre todo, jamás resignar el protagonismo.

El ex entrenador del FC Barcelona y ahora seleccionador de Argentina, Gerardo Tata Martino, repasa para 'Fifa.com' su etapa en el Barça así como su actual trabajo al mando de la 'Albiceleste'.

Martino concede que el cargo de seleccionador de Argentina "es un lugar desgastante con un peso específico importante" pero que hasta el momento está disfrutando y se ve con ánimos para buscar el éxito.

El Tata Martino recuerda su paso por el FC Barcelona y mantiene su juicio autocrítico. "Trato de ser autocrítico en todo. Después, depende de cuál sea la conclusión sobre la autocrítica, pero tampoco estoy dispuesto a disfrazarla si me lleva a encontrar errores en mi gestión en cualquier circunstancia de la vida. En el caso del Barça la diferencia es que lo comento públicamente. Otros quizás hacen lo mismo, pero prefieren callarse la boca".

Martino considera que el vestuario del FC Barcelona y el de la selección de Argentina "es similar en cuanto a las cualidades de los futbolistas, pero varían las condiciones", reflexiona.

LA DIFERENCIA

El Tata apunta que puede ser más fácil manejar al grupo de la selección porque "para el jugador argentino venir a la selección es único y lo hace bajo cualquier circunstancia, ya sea sabiendo que jugará o que no lo hará. Acepta las decisiones porque convive con gente de sus mismas capacidades, y porque el orgullo está por encima de todo".

En cambio, en un club como el Barcelona, "lo diferente es que se compite en intervalos cortos, y el técnico termina descubriéndose rápido ante el plantel, porque además pesan las características distintas de los rivales. Entonces, cuando uno rota para que todos se sientan cómodos y motivados, eso se va al diablo ante el primer partido importante: ahí el jugador dice 'la realidad es ésta, la rotación es linda pero en los partidos cruciales, el equipo será éste'. Y eso lo traslada a la parte final de cada torneo: 'Yo en los partidos importantes no voy a jugar porque es lo que me demostró en la décima fecha cuando jugamos con el Real Madrid'.

Aun con todo, el Tata considera que es más fácil dirigir a un equipo grande que a uno modesto. "Bajo todo punto de vista, hay más chances de hacer un ciclo ganador a partir de la abundancia. También tiene sus complejidades, pero está claro que es más llevadero. La escasez no te permite recurrir a nada. Cuando no hay, no hay. Lo otro es gestionar, tratar de mantener a todo el plantel ilusionado, hacerles ver a todos que son importantes, que van a participar... La escasez es terrible, pero tiene algo en cuanto al reconocimiento: instalados una forma de jugar y un compromiso con la idea, se nota mucho más el éxito que en aquellos equipos plagados de figuras".

Martino se siente encantado con el desafío que afronta en los próximos 18 meses: dos Copas América, las eliminatorias para Rusia 2018 y los Juegos Olímpicos. "Lo que tiene de bueno esta seguidilla es que el contacto con los jugadores va a ser mucho más estable y continuo, y ésa será una gran ventaja para imponer la idea", concluye.