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Se cumplen veinte años de la explosión internacional de Kluivert

Patrick Kluivert maravilló al planeta fútbol un 24 de mayo de 1995 cuando firmó el gol decisivo ante el Milan que le dio al Ajax su cuarta y última Champions League hasta la fecha

Kluivert hizo historia con el Ajax a sus 18 años

Kluivert hizo historia con el Ajax a sus 18 años / sport

Alfonso Callejas

Miércoles 24 de mayo de 1995. Estadio Ernst Happel de Viena. El prometedor Ajax de Louis van Gaal plagado de jóvenes busca destronar al vigente campeón, el Milan de Fabio Capello. El marcador no se mueve, lejos de lo ocurrido en la anterior final de Atenas (4-0), pero la historia tiene deparado un capítulo muy especial para un joven delantero de 18 años llamado Patrick Kluivert.

En el once titular del joven conjunto holandés figuraban numerosos futbolistas que acabarían aterrizando en el futuro en el Camp Nou, la mayoría de la mano del propio Van Gaal. Reiziger, los hermanos De Boer -Frank y Ronald-, DavidsOvermars o Litmanen eran titulares junto a un veterano Frank Rijkaard

Con 0-0 en el marcador Van Gaal hizo una apuesta valiente desde el banquillo a media hora para el final. Mientras Capello apenas refrescaba la medular con sustituciones en el mediocampo, Van Gaal arriesgaba al retirar a Seedorf y Litmanen para dar entrada a dos delanteros como Kanu y Kluivert. El joven Patrick, de tan solo 18 años y una de las indiscutibles perlas de la cantera del Ajax, entraba a veinte minutos del final para escribir su nombre con letras de oro en la historia de la Champions League al convertirse en el goleador más joven en una final de la máxima competición continental. Un récord que sigue vigente dos décadas después.

En el '85, a cinco minutos del final, Kluivert aprovechó un gran pase interior de Rijkaard para imponer su poderío físico en el cuerpo a cuerpo y batir a Rossi con un remate con la pierna izquierda. El Milan, muy conservador durante la mayor parte del choque, no tuvo apenas tiempo para voltear el tanto decisivo de Kluivert. Con 18 años, la ‘pantera’ tocaba el cielo en Viena y se ganaba un puesto entre los delanteros más cotizados de Europa. Tres años más tarde aterrizaría en el Camp Nou tras una discreta temporada en San Siro con el Milan, su dulce víctima en aquel lejano y mágico 24 de mayo del '95.