PLANETA BARÇA

Cruyff perpetúa su legado

El Adelaide United ya es campeón de Australia y lo es virtual el Salzburgo en Austria. Y sus dos técnicos, ‘hijos de Dios’ en el Barça, tuvieron tiempo para felicitarse, recordar a Johan y trasladar su sentimiento por la pérdida de Manel Vich

Òscar García y Guillermo Amor, en una imagen de archivo

Òscar García y Guillermo Amor, en una imagen de archivo / sport

Jordi Blanco

Más de 15.000 kilómetros separan Viena de Adelaida y, sin embargo, ayer parecieron darse la mano bajo el aura de Johan Cruyff. Por la mañana Guillermo Amor conquistó la Liga australiana y por la tarde Òscar García logró virtualmente el título en Austria.

“Falta un punto. No hemos ganado aún”, quiso enfriar en Austria el de Sabadell, ya abrazando su segundo título después del que ganó al frente del Maccabi Tel-Aviv en Israel.

Hijos de Cruyff, lloraron en silencio y desde la distancia su pérdida para mantener su legado desde el banquillo, en el que, como GuardiolaCarreras, Koeman y tantos otros, han perpetuado lo mejor que han podido el legado de Dios. Porque Cruyff, en el idioma de sus jugadores era, y es, Dios.

“Ha sido fantástico”, trasladó desde Adelaida Amor, quien no pudo tener mejor estreno como entrenador. Sustituto de Josep Gombau, el primer gran inquilino de La Masia, el primer chaval (junto a Milla) a quien Johan dio la alternativa en el Barça ha trasladado al otro lado del mundo aquella filosofía.

“Empezamos mal en cuanto a resultados, pero sabíamos que trabajábamos bien, nos mantuvimos en la idea y a partir del primer triunfo cambió la dinámica”, aseguró Guillermo, quien se felicitó por el “excelente compromiso de todo el equipo”.

RECUERDOS “¿Ha ganado la Liga? Me alegró un montón por él. A ver si la semana que viene...”, explicó desde Viena Òscar, firme en no celebrar el título aún y refiriéndose a Amor, quien horas antes le había trasladado los mismos deseos: “Ya ha mostrado lo que sabe como entrenador. Mantenemos una gran relación desde que estuvimos juntos en el Barça”.

Una relación que nació bajo la influencia de Cruyff y que suele devolverles atrás en el tiempo y los recuerdos. Hasta para trasladar su pésame por la desaparición de Manel Vich.

“Es una pérdida enorme. Era una buena persona... Le tenía mucho cariño”, explicó desde Australia Guillermo, quien descubrió que con el señor Manel “tuve una relación  muy cariñosa”.

“Se le echará mucho de menos. Es difícil imaginar un partido sin escucharle”, convino Òscar, quien admitió que “muchos soñábamos con escuchar nuestro nombre dicho por él”.