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La anécdota entre Maradona y Messi con Argentina en el lanzamiento de una falta

Fernando Signorini, profesor físico de Argentina en el Mundial 2010, rescata en su libro una jugosa anécdota entre Maradona y Messi en el lanzamiento de una falta

Fernando Signorini y Leo Messi en un entrenamiento de la selección argentina

Fernando Signorini y Leo Messi en un entrenamiento de la selección argentina / sport

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La relación entre Diego Armando Maradona y Leo Messi siempre se ha puesto en entredicho. Que no se aguantaban, que no había comunicación entre ellos... Nada más lejos de la realidad. Lo cuenta en una jugosa anécdota Fernando Signorini, profesor de educación física especializado en preparación de futbolistas que Maradona incorporó a su staff técnico de la selección de Argentina a finales de 2008 de cara al Mundial de Sudáfrica 2010.

Cuenta Signorini en su libro "Fútbol llamado a la rebelión. La deshumanización del deporte" que "en febrero de 2009, a pocos meses de haber asumido Diego Maradona como técnico de la selección, fuimos a Francia a disputar un amistoso ante el seleccionado local, en Marsella. El día anterior al partido hicimos una práctica en el estadio, donde Diego trabajó con los once titulares en el táctico final y yo me quedé con el resto haciendo un loco hasta terminar el entrenamiento".

Agrega que "cuando dio la orden de terminar, Mascherano, Tévez y Messi le pidieron si podían quedarse haciendo tiros al arco, a lo que Maradona accedió. En un momento, Lionel puso la pelota mirando hacia el arco, un poco sobre la izquierda y cuando le pegó, su remate se fue lejos, por arriba del ángulo de la mano derecha de Carrizo".

Signorini prosigue así: "Hizo un gesto de fastidio y, como enfiló para el vestuario, le salí al cruce:

-Decime una cosa, ¿un jugador como vos se va a ir a duchar con esa porquería? Dejate de hincar las bolas. Agarrá una poleta y volvé a intentar.

Termino de pronunciar eso y veo que viene Diego, que lo había escuchado todo, como siempre. Lo tomó del hombro y le dijo:

-Leíto, Leíto, vení, papá. Vamos a hacerlo de vuelta.

Era como un profesor con el alumno. Y siguió:

-Poné la pelota acá y escuchame bien: no le saques tan rápido el pie a la pelota, porque si no ella no sabe lo vos querés.

Entonces, la acarició con la zurda y la clavó en el ángulo, inflando la red ante la mirada de admiración de Messi. 

Para los que hablan de los celos de Diego, ¿qué celos? Le estaba abriendo el mundo del conocimiento y no le cobró nada. Yo pegué media vuelta y no quise ver más, ya era suficiente. Allí estaba el fútbol argentino".