LA PIZARRA

Una semifinal de Copa de puro trámite

Adriano fue el capitán del Barça en Mestalla

Adriano fue el capitán del Barça en Mestalla / sport

PICHI ALONSO

Eliminatoria resuelta y partido de trámite en Mestalla. Uno de esos choques que cuesta digerirlos por su falta de tensión sobre el campo y la ausencia de alicientes en el marcador. Un día que como mínimo contribuye a explotar las rotaciones y evaluar el estado de forma de esos futbolistas que gozan de pocos minutos en los choques de alta tensión.

VARIANTES TÁCTICAS. Luis Enrique entendió que era un encuentro más que propicio para experimentar con la alineación y, sobre todo, con algunas innovaciones en el dibujo táctico. Por ejemplo, recurrir a la defensa con solo tres efectivos a la hora de plantear la salida de balón, recuperando Bartra la banda derecha. En cuanto al ataque, dos detalles también a tener en cuenta: ver a Rakitic más adelantado de lo habitual y comprobar el rendimiento de Sergi Roberto y Samper actuando justo por detrás y casi en paralelo.

RÉCORD Y OPORTUNISMO. Huelga decir que la falta de intensidad del encuentro hizo que casi todas las miradas se dirigieran hacia algunos de los futbolistas más prometedores de ambas canteras. Y en este sentido, acierto pleno de Luis Enrique. El técnico cumplió con el protocolo y movió el banquillo para dar entrada al necesitado Douglas y a dos de los jugadores que más despuntan en el irregular Barça B: Cámara y Kaptoum. Un relevo balsámico en toda regla ya que los tres fueron artífices de la acción que al final significó el 1-1 definitivo.

No es justo extraer grandes conclusiones en encuentros como el de anoche, pero tampoco se pueden ignorar detalles que se han repetido en más de una ocasión. Empecemos por una reflexión muy genérica: existe una notable diferencia entre el once inicial clásico y el equipo que incorpora más allá de un par o tres de cambios. Insisto en que el partido de Mestalla era difícil de afrontar teniendo en cuenta los condicionantes de la ida, pero el salto cualitativo está ahí y va más allá de un estricto partido.

La segunda idea es redundar en los desajustes defensivos. Ayer fue día de pruebas, de innovaciones tácticas y es lógico que se sucedieran errores puntuales, pero Vermaelen y Mathieu volvieron a quedar retratados en la acción del gol de Negredo. Un empate sin mayores incidencias, que ratifica la final de Copa y que permite a Luis Enrique seguir incrementando una racha histórica.