LA OPINIÓN

Una impresionante capacidad de mejora

Messi ha pasado de la obra de arte individual del gol ante el Getafe a la versión estelar de un jugador omnipresente

Messi ha pasado de la obra de arte individual del gol ante el Getafe a la versión estelar de un jugador omnipresente / sport

Pichi Alonso

Recuerdo que en uno de mis primeros artículos en SPORT, durante el segundo año de Leo Messi en el primer equipo del Barça, criticaba al argentino porque jugaba de una manera excesivamente individual: parecía que solo participaba en el partido cuando entraba en contacto con el balón. Cuando no era así, se le veía con los brazos en jarras, esperando a que sucediese algo, sin participar en el partido, sin entrar en contacto con sus compañeros. 

Pero desde entonces, la capacidad de mejora de Messi está siendo impresionante. Su mejora está siendo constante: participa más, ayuda más al equipo y su aportación se deja notar en todas las líneas y en casi todos los aspectos del juego. 

Del maravilloso gol ante el Getafe, aquella obra de arte en solitario, hemos pasado a ver al mejor jugador del mundo siendo capaz de influir en todas las líneas y sobre todo, en cualquier momento del partido.  

Desde que llegó al primer equipo del Barça siendo un juvenil, Messi dijo que quería ser el mejor futbolista del mundo. Y lo ha conseguido.

Aún tengo en la retina su exhibición en el Santiago Bernabéu en el 2-6: creo que es la versión más estelar de ese Messi omnipresente, de ese jugador que aparece en todas las líneas, que juega con y sin balón, que brilla en cualquier aspecto del juego, que apenas se equivoca. 

Con el paso del tiempo, los cambios técnicos y tácticos han enriquecido a Messi: de un jugador escorado a banda y con una participación limitada en los partidos hemos pasado a disfrutar a un jugador más global y más completo, hasta el punto de que incluso se le ha visto en algunas ocasiones asumiendo el rol de Xavi. Puede que Leo ya no sea tan desequilibrante en el uno contra uno, pero hemos ido viendo cómo mejoraba en otras facetas fundamentales fundamentales en el fútbol moderno, como la capacidad para dar asistencias o sus continuos cambios de juego de derecha a izquierda, habilitando a Neymar y a Alba y rompiendo las defensas rivales.