La pizarra de Pichi

El penalti inexistente arruinó el partido

El escudo de campeón del mundo es muy visible entre el logo de Nike y el escudo del Barça

El escudo de campeón del mundo es muy visible entre el logo de Nike y el escudo del Barça / sport

Pichi Alonso

Bikandi Garrido tampoco se salvó de la quema arbitral en la jornada de ayer. Tras el recital del colegiado en el Santiago Bernabéu, se repitió la historia en el Camp Nou. Y es que el inexistente penalti señalado a favor del Barça condicionó por completo el desarrollo del partido.

Arranque muy espeso. El Barça no salió nada bien frente al Betis. Dos detalles que son de lo más elocuentes: Messi perdió sus cinco primeros balones y Neymar apenas si tuvo opciones de encarar en el primer cuarto de hora. Por contra, los béticos tenían clara la lección: verticalidad y buscar el cuerpo a cuerpo, sin temor a hacer faltas e interrupciones. Pero Bikandi Garrido cambió el escenario con la acción del penalti y la ejecución más que dudosa de Neymar. Fue el origen del 1-0 que desmoronó por completo las ilusiones del conjunto de Mel. Allí perdieron toda su fe.

Sin hacer nada del otro mundo, el Barça se adueñó del encuentro y brindó la acción del 2-0. Una jugada que fue sin lugar a dudas lo mejor del primer tiempo

Cambios sin historia. No hubo margen a reacción ninguna tras el descanso. En esta ocasión, sin imprimir un ritmo excesivamente elevado, el Barça no se dejó igualar ningún marcador claro –los ejemplos de Valencia y Deportivo–. Luis Suárez ejerció su rol de killer natural y encarriló el camino de una goleada que por momentos dio sensación que pudo ser más escandalosa. Cinco postes en un partido no es algo habitual. Por cierto, el meta Adán fue de lo más destacado en las filas del Betis.

El tridente hizo de las suyas, aunque se echaran de menos los goles de Neymar y Luis Enrique, por fin, pudo disfrutar de ese escenario idóneo para mover el banquillo sin presión alguna.

Lo más positivo de la noche fue cerrar la temporada con otra goleada plagada de historia, por los partidos disputados por Messi –500 es una cifra solo al alcance de los elegidos– y por el récord goleador, uno de esos registros que imprimen carácter.

En cuanto al debe, sin ser demasiado trascendente, frente al Betis eché de menos la presencia de Jordi Alba en el lateral izquierdo. A Mathieu sigo sin verle cómodo en sus internadas y creo que Neymar también se resiente en su juego.

Por cierto, bien estaría empezar a incrementar el porcentaje de acierto desde el punto de penalti. Muy curioso el cúmulo de errores que acumulan dos cracks como Neymar e incluso Messi.