¿Pitar o no pitar? Esa es la cuestión

Se van a hacer muy, pero que muy largos los casi tres meses que faltan para la final de la Copa del Rey. El camino será más llevadero gracias a dos polémicas: la negativa del Madrid a acoger la final y la pitada al himno español y al monarca. Vamos a dejar tranquilos a los lavabos del Santiago Bernabéu y centrarnos en el festival de silbidos regios que se avecina.

“Los Manolos” contaron en Cuatro que “en la RFEF había preocupación” por el tema mientras recordaban que a Felipe VI ya le habían pitado en la final de baloncesto. Nos mostraron a un Javier Tebas moderadamente amenazador “trabajaré para intentar que no haya pitos y para que el daño sea el menor posible, esto puede ser objeto de sanción, al menos para el organizador”. Faltó aclarar quién sería el organizador en este contexto. ¿La propia federación? Raro. En Jugones, Pedrerol incluso le dedicó la editorial “la política se cuela en el fútbol, pitar el himno no es libertad de expresión, es mala educación”.

En el programa “Divendres” de TV3, Lluís Canut fue un poco más allá y contó un dato curioso. Según sus informaciones “se sondeó al Espanyol sobre los campos de Mestalla, Bernabéu y Calderón pero se excluyó San Mamés porqué la Casa Real que no quería una final catalana en Bilbao”. Debían tener miedo de la tormenta independentista perfecta.