Vettel le debe una a Hamilton

Abrazo entre Hamilton y Vettel al acabar la carrera

Abrazo entre Hamilton y Vettel al acabar la carrera / sport

Josep Viaplana

Josep Viaplana

El extraordinario triunfo de Sebastian Vettel en Australia no nos puede llevar a engaño, de momento, y tengo claro que el Mercedes sigue estando por delante del Ferrari, aunque esta vez las diferencias son mucho menores. Si al inicio del año pasado eran de 1 segundo ahora son de dos décimas y, cuando es más apretado, los errores se pagan caro.

Y eso es lo que le ha pasado a Mercedes hoy empujado por Hamilton. Lewis se ha quejado tanto que perdía grip en las curvas que han adelantado su entrada en boxes y ello les ha arruinado la carrera. Han pecado de soberbia y no han tenido en cuenta que podían perder la carrera en ese momento. Ha sido el primer factor que ha hecho posible el triunfo de Vettel. Bueno, el segundo, ya que el primero es que tanto el alemán como su coche y su equipo han estado impecables durante toda la carrera. El tercero, la aparición de Max Verstappen. Con Vettel entrando en boxes y Hamilton tratando de marcar distancia se ha encontrado con el holandés y un muro infranqueable. Era más rápido pero no podía pasarle y esa vuelta de tráfico ha sido nefasta para los intereses del inglés. Se ha decidido por un segundo, quizás dos...

Cuando se ha visto atrás ha perdido el ritmo y en la segunda parte de la carrera hemos visto un Hamilton desdibujado, perdiendo su agresividad y el punch que le caracteriza. No sé si ha tenido problemas de consumo, que no me extrañaría, pero lo que sí tengo claro es que alguien le ha dicho a Valtteri Bottas que no se metiera ahí. Daba la sensación de ser mucho más rápido que Lewis pero se ha mantenido a una distancia prudencial de dos segundos. El finlandés no ha querido líos para empezar.

Tengo claro que hoy Vettel le debe una a Hamilton, del que me ha sorprendido también su comportamiento cuando se ha bajado del coche. Pensaba que estaría como una furia y ha sido todo al contrario. Quizá la ausencia de Rosberg le ha ablandado el carácter o sabía que esta carrera no la recordaría, precisamente, como una de sus mejores actuaciones.