La venganza es un plato que se come frío

Dicen que la justicia es ciega pero en el caso del Barça es ciega, cruel y juguetona. Y si no que se lo pregunten a Laporta y a Rosell que han intercambiado sus roles exactamente el mismo día. Jan, exculpado de la acción de responsabilidad. Su rival Sandro, quien impulsó dicha acción, en prisión. Así las cosas era un mal día para Bartomeu y un día de jolgorio para Laporta y eso tuvo una clarísima traslación en la batalla mediática. El Barça emitió un comunicado al que le puso cara y voz Josep Vives, el portavoz que sólo habló para Barça TV mirando a cámara como si fuera el Rey en Navidad. La posición del club quedó fijada por su portavoz escondido en su televisión oficial. Contrariamente, lo de Joan Laporta fue un recital. Hizo declaraciones en un acto de la Fundación Cruyff, para la agencia EFE, para TV3, para “El Larguero” de la SER, “El Partidazo” de la COPE, “Els matins” de TV3, “El matí de Catalunya Ràdio”, el diario Ara y quizás alguno más. Pidió la dimisión de la actual directiva “si tuvieran vergüenza y dignidad” y sobre Rosell afirmó en TV3 “no me alegro de lo que le está pasando, ha sido una persona que me ha intentado hacer daño, lo está pasando mal y eso no me genera satisfacción”. Quizás sea cierto, pero la sobreexposición mediática es una fiesta de mayor calado que el famoso día del champán en la sala Luz de gas.