Valverde debe recuperar 'el estilo'

La mano de Valverde

La mano de Valverde / EFE

César L. Menotti

César L. Menotti

El Barcelona está en un momento donde el entrenador debe abstraerse de todas las circunstancias que lo rodean para recuperar la idea. El club está en un momento confuso, díficil. Es la primera vez en varios años que un jugador determinante se va del club. La marcha de Neymar tiene un impacto para el cual el club debía estar preparado. Sorprende, además, que en estas circunstancias no tengan resuelta la renovación de Messi, lo cual suma más inseguridades. Y la continuidad o no de Iniesta. Se percibe que no hay un clima de paz, que no hay armonía, e incluso hay desgaste en relaciones que será una tarea ardua recomponer.

Mas allá de las consecuencias de la salida de Neymar en lo futbolístico, y la demora en la llegada de los refuerzos, cada hora que se pierde en tomar decisiones es un tiempo que se desaprovecha en la construción del equipo. Contra el Betis, el Barcelona jugó con ansiedad de éxito más que de juego. La salida de un jugador importante no puede generar tanto desorden en un club grande como el culé. El equipo para encarar la temporada debería estar construido y afinado en su funcionamiento ya en pretemporada. Y no es responsabilidad de Valverde.

Me pareció que esta incertidumbre se vio también en la cancha. Resolvieron un primer partido y ganaron tiempo con la victoria. Pero el equipo está fuera de foco en cuanto a la idea, no al esfuerzo. Hay una dependencia de jugar a lo que se puede jugar con Messi en cancha. Y un manto de factores que están influyendo en el desarrollo del juego. Necesita ayuda. Un pacificador.

Un club de su dimensión no puede tomar decisiones de urgencia como las que tomaría un club sin recursos. La toma de decisiones serviría más que nada al entrenador y los jugadores: “Esto es lo que hay y hay que construir sobre esta base”. Tiene esta semana para encaminar el rumbo. Hay relaciones profundas que se están resintiendo. Hay algo que el Barcelona hace mucho que construyó y que hizo inquebrantable: la relación afectiva con la gente basada en un estilo de futbol representado por jugadores de la casa, de La Masia. Y perduró más allá de los resultados, incluso en la era de Tata Marino.

Tienen que volver a esa matriz que hizo al Barcelona un grande del fútbol mundial. Si fueron a buscar a Ernesto Valverde es porque confían en su impronta, en que su idea se emparenta a la que promovieron Cruyff, Rijkaard, Guardiola y Luis Enrique. La diferencia es que las decisiones en los cliclos anteriores fueron mas rápidas. Esos entrenadores llegaban a la pretemporada con las cosas claras. Hasta en esto le saca ventaja el Real Madrid. Jorge Luis Borges decía que “siempre el coraje es mejor”. Con Coraje la esperanza nunca es vana. Hay que tener coraje de tomar decisiones. Termina el mercado y de los 18 y 20 jugadores que tiene el Barcelona aún no tengo claro quienes serán los 11 titulares. Y el Barça siempre tuvo desde la época de Rijkaard nueve jugadores inamovibles.

Es sorprendente para mí que esté en duda si sigue Iniesta. Es irremplazable. Y lo noté extrañado por el juego. Juega con mucha urgencia y no debe ser agradable. En el Real Madrid, Carlo Ancelotti y luego Zinedine Zidane construyeron un equipo con mano de pacificadores. Ernesto Valverde suena a buena persona, a alguien que tiene la misma voluntad de dar el primer paso para pacificar este revuelo en la ciudad. Pero la directiva debe ayudarlo. Debe existir una seguridad en la conducción para tomar decisiones que clarifiquen con qué jugadores va a poder contar el entrenador para su proyecto.

La directiva de Laporta le dio garantías a Pep Guardiola para desarrollar su idea, después de haberlo hecho antes con Rijkaard. Y el proyecto se desarrolló en éxito, que con Bartomeu siguió creciendo con la apuesta por Luis Enrique y la contratación de Neymar. Pero ahora los veo perdidos. Es cierto que es más fácil recomponer desde el triunfo que desde la derrota. Sería bueno que se clarifique cuál es el rumbo que van a tomar.