El tridente después de Neymar

Neymar es uno de los favoritos a ganar el Balón de Oro

Neymar es uno de los favoritos a ganar el Balón de Oro / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

IMPORTANTE. La clave del cambio son los jugadores, manifestó ayer Valverde en un alarde de sinceridad que esta vez no pretendía multiplicar su consabida humildad, sino confesar la auténtica realidad. Y por eso, porque es consciente de que la calidad es la que marca las diferencias, hace pocas concesiones a las rotaciones. Hasta ahora, diríase que han sido las justas y en los momentos adecuados. Desde luego, no ante los grandes rivales y los partidos de riesgo. El de hoy, ante el Olympiacos, no parece de alto riesgo, pero sí es muy importante, pues significaría alcanzar los nueve puntos de nueve y poner pie y medio en los octavos de final de la Champions. Así que jugarán los mejores y más adelante, con los objetivos cumplidos, habrá tiempo para rotar. Me parece una decisión inteligente. Y de hecho, queda ya claro en lo que llevamos de temporada que Valverde tiene un equipo tipo: diez jugadores, más el tercer delantero, el único elemento que baila en la cabeza del técnico. 

SEIS PERFILES. Es normal. Esta temporada, el tridente tenía que ser Messi, Suárez y Dembélé, pero la lesión de este último ha devuelto al Barça a la realidad de un equipo sin Neymar. Valverde no se ha hipotecado con un solo perfil de jugador. Por ahí han pasado hasta seis futbolistas, Deulofeu, Denis Suárez, Iniesta, Sergi Roberto, Aleix Vidal y André Gomes, cada uno con sus características, desde el más extremo, Deulofeu, a los más peleones, André Gomes y Aleix Vidal, pasando por el toque y control de Iniesta, Denis o Sergi Roberto. Fíjense si era importante Neymar, que hasta a seis perfiles hay que recurrir para hacer su función. Ahora bien, en contrapartida, el tridente sin Neymar aporta mayor equilibrio al equipo. Ahora, cualquiera de los que juegan trabaja más en defensa, corre hacia atrás y es más solidario con el conjunto. Y el resultado no puede ser mejor. Son las cosas del fútbol y hay que reconocer que Valverde ha sabido reconducir no una, sino dos adversidades, la fuga de Neymar y la lesión de Dembélé.