Traca y pañuelo

El Madrid le van creciendo los enanos, a su descrédito administrativo a causa de la eliminación de la Copa del Rey por alineación indebida de Cheryshev, se juntan los malos resultados, me refiero al del clásico, con un juego sin personalidad alguna y los problemas de Benzema con la justicia francesa. A Florentino, ese presidente de voz parroquial que últimamente aparece ante los medios con la manguera apaga fuegos, se le acaban los argumentos. Salió ante la prensa a defender sin muchas esperanzas lo irreparable, sin embargo, todavía hay una mayoría madridista que sigue abducida por el embrujo de su  dinero, dispuesta a apoyarle, salvo que este año no se consiga ningún titulo de importancia. Me consta que a ese Madrid señorial, al que siempre le ha gustado exhibirse con hidalguía deportiva e institucional, le ha dolido mucho esa eliminación de la Copa; un error de bulto con indicios de torpeza que han dado la vuelta al mundo y han empobrecido la imagen de un club que acostumbra a alardear de modélico. Que cualquiera puede incurrir en un error, es cierto, pero también se hace más grande cuanto más los es la soberbia del que lo comete.

No es bueno alegrarse de las desgracias ajenas, pero las horas bajas de tu rival directo, siempre son buenas para el que está del otro lado, el cual, por cierto, no le pueden ir mejor las cosas; buen juego, buen rollo y personalidad arrolladora en el campo. Otro asunto sería la idoneidad de meter emoticonos de por medio, pero eso tiene otro artículo. 

Aunque dicen que no hay mal que por bien no venga, y algunos madridistas ya han empezado a desmerecer la competición queriendo ver la parte positiva del ridículo, argumentando que el equipo tendrá menos carga de partidos para poder centrarse en las competiciones que, según ellos, son las importantes. Más les vale, porque si no consiguen alguna el estrépito final puede ser de traca y pañuelo.