rondo blaugrana

¿#TodosSomosLeoMessi?

Bartomeu y su Junta apoyan a Messi

Bartomeu y su Junta apoyan a Messi / sport

Xavi Torres

Antes que nada, felicidades al FC Barcelona, a Josep Maria Bartomeu y a su Junta. El Observatorio Azulgrana emitió ayer sus datos y todo está de fábula. Encuestas. Un clásico de toda la vida, de todas las juntas directivas, de todos los presidentes... Si el barcelonismo está contento, fantástico. Sobre lo que no habla el Observatorio es de la campaña #Todos SomosLeoMessi. Normal. No ha dado tiempo porque apenas tiene cuatro días de vida. No pasa nada. Como todo, que cada uno saque sus conclusiones. No hay duda de que el Barça ha buscado lo mejor para sus intereses en un momento de máxima sensibilidad. Seguro que todo nació con esta voluntad. Y seguro que la buena gente del Barça que ha colaborado con la iniciativa así lo ha sentido.

Y dicho esto, porque es una realidad incontestable, el #TodosSomosLeoMessi ¿ha servido para algo? ¿Ha conseguido su objetivo? ¿Se siente hoy Leo Messi más acompañado? ¿Más aliviado? ¿Más convencido de que no es un delincuente? ¿Se solucionará con una renovación más multimillonaria que de costumbre? Permítanme, no a cada una de las preguntas. El juego subterráneo, esta vez, ha superado cualquier actuación del defensa más violento del universo y la patada no ha golpeado ningún tobillo sinó el alma. Los errores del círculo de asesores de Messi y las ganas de ruido de Hacienda le han llevado a una situación tan peligrosa que situa al futbolista en un escenario muy peligroso porque la gestión de su negocio tiene tantos matices que cualquier debate jurídico en el futuro puede llevarle al abismo. Dicho de otra manera, el fútbol ya no es el único dolor de cabeza del 10. Por supuesto que el club, del delito fiscal, no tiene la culpa pero hay quien en el entorno del futbolista se soprende de la dedicación en el caso Neymar (con Bartomeu y Rosell afectados) y la resolución de pacto con la Fiscalia y la Abogacía del Estado (que defiende a la misma agencia tributaria) y que contrasta con la soledad del paseo por juzgados de Messi sin el presidente a su lado. Y su batalla en los despachos sin notar la presión y el peso de una entidad como el Barcelona (¡debería tenerlo dada su dimensión! ¿Por qué el Barça es tan invisible?). El gesto del F. C. Barcelona llega fuera de tiempo y por eso ha sido malinterpretada trayendo más ruido que apoyos. La campaña huele a sumisión, pleitesía y miedo a la reacción de Messi -acaba contrato en 2018- más que a un apoyo natural. Atención. Peligro.