Todos los caminos conducen a Unzué

Unzué habló de su futuro

Unzué es uno de los candidatos a sustituir a Luis Enrique / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

Así, como quien no quiere la cosa, el nombre de Unzué crece sigilosamente y hoy ya es oficialmente el candidato para ocupar el banquillo del Barça la próxima temporada. Primero fue el run-run que llegaba del vestuario, siempre proclive a soluciones no rupturistas. Luego llegó el apoyo en público explícito y nada ambiguo de Piqué e Iniesta. Siguió Luis Enrique afirmando que nunca se peleará con su segundo, en referencia a los problemas históricos que en su momento hubo entre Cruyff y Rexach o Pep y Tito en el momento del relevo. Y ayer el propio Unzué dejó por primera vez abierta la puerta con una clara insinuación sobre su futuro: “Espero no tener más tiempo para la bici el año que viene”. A estas alturas, si el hoy segundo entrenador del Barça, sabedor de las interpretaciones que puede generar cualquier cosa que diga sobre su futuro, pronuncia estas palabras es que se siente seguro acerca de su candidatura. En paralelo, los gestos no verbales, tan o más importantes que las declaraciones, se prestan a la misma interpretación.

En el entrenamiento del viernes, Unzué salió por primera vez sin Luis Enrique del vestuario y el domingo, en el partido contra el Valencia, se le vio dando instrucciones en solitario desde la banda con una frecuencia nunca vista hasta la fecha. Es decir, estamos asistiendo a una evidente escenificación de Unzué como entrenador en solitario y figura válida por sí misma. Tanto en las manifestaciones como en la gesticulación se observa una clara confluencia: si la decisión tuviera que tomarse hoy, sin duda el entrenador navarro sería el candidato elegido. Cierto: todavía hay que guardar cautela, porque los resultados y el juego del equipo pueden modificar todavía la decisión final, y porque en el fútbol ya hemos aprendido que nada es definitivo hasta que lo es. Pero hoy, y de momento solo hoy, no hay dudas: todos los caminos conducen a Juan Carlos Unzué.