El tercer cambio de ciclo en el Barça

Valverde tendrá que asumir alguna salida en el mediocampo durante este verano

Valverde tendrá que asumir alguna salida en el mediocampo durante este verano / IGNASI PAREDES

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

 Se observa una notable desazón en el barcelonismo. Los malos resultados futbolísticos han dejado tocado el ánimo de los aficionados, agravado todo ello por los títulos mayores del Madrid y la mala experiencia reciente en cuanto a la política de fichajes, precisamente ahora que lo más importante es saber fichar. Se detecta decepción por todas partes, desconfianza en la directiva y los responsables técnicos, incertidumbre ante lo que viene, expectativa inquietante respecto al nuevo entrenador. Son los síntomas inevitables que aparecen ante cualquier cambio de ciclo, parece que se acabe el mundo y, sin embargo, la experiencia demuestra que el mundo no se acaba, sino que se abre otro nuevo. Un poco de optimismo no nos vendría mal, así que recordemos los dos cambios de ciclo anteriores, el de Rijkaard por Guardiola y el del Tata Martino por Luis Enrique, que culminaron en sendos éxitos.

En el primer caso, la situación parecía mucho peor que ahora. El vestuario era un caos y el líder, Ronaldinho, ya había decidido vivir la vida y dejar el fútbol en segundo plano. Aquello sí que daba vértigo, era necesaria una limpieza total y, para mayor incertidumbre, Laporta optó por un entrenador sin experiencia... que acabaría siendo el mejor de la historia del club. El cambio de ciclo fue un éxito. Triplete, sextete y todo lo demás. Seis años más tarde, otro drama tras el fiasco Martino. Año en blanco, se habían perdido referentes, Guardiola, el más doloroso de Tito Vilanova, Puyol se había acabado y Xavi estaba en las últimas... ¡qué miedo! ¿Miedo? Llegó Luis Enrique y se ganó otro triplete. Quiero decir que el Barça ha sabido salir de otras como esta, o peores. Ahora lo vemos todo negro, son un desastre fichando, el Madrid tiene mejor plantilla (lo de Cristiano puede ayudar en lo anímico, aunque, no nos engañemos, en ningún caso mejora el problema del Barça), pero si pensamos en 2008 y 2014 igual encontramos un motivo para la esperanza.