La templanza de Valverde

Lo confieso. Yo fui una de esas personas a las que le invadió un enorme pesimismo cuando el Real Madrid le dio un baño al Barça en la Supercopa. No pude evitar pensar: ‘Esta temporada se va a hacer un poco larga’. Me equivoqué porque las sensaciones que transmite a día de hoy el equipo son muy diferentes respecto a esa fatídica noche de verano en el Bernabéu. No es que ahora piense que el conjunto blaugrana lo va a ganar todo por haber arrancado lanzado en la Liga, pero he decidido dejarme contagiar por la templanza y el carácter tranquilo que caracteriza a Ernesto Valverde para valorar cada paso que da el equipo sin caer ni en la euforia ni en el pesimismo.

El técnico blaugrana ha sabido superar los primeros obstáculos con soluciones en el campo, está sabiendo gestionar la enorme presión de ser el dueño del banquillo culé y hay jugadores a los que ahora se les ve más felices en el campo que en la etapa de Luis Enrique. Que se lo digan a Jordi Alba, por ejemplo. Sus rotaciones responden más a la lógica así como sus cambios. Valverde va por el buen camino, aunque, lo dicho, debe imperar la prudencia porque el curso es largo tanto para el Barça como para el Real Madrid. Zidane, otro técnico cuyo ‘savoir faire’ es admirable, ha pasado de los elogios a las dudas y su equipo de gran favorito a cuestionado. Pero es obvio que todos esperamos una reacción del conjunto blanco.

Pasar de un extremo a otro en lo que a valoraciones, sensaciones y críticas se refiere nunca es lo más adecuado, y ahí los periodistas tenemos parte de culpa. Moraleja: al Barça le toca disfrutar de su buen momento para cargar su ‘batería’ de confianza. Ya lo dijo Valverde: “El fútbol va de semana en semana”.