...Y Suárez se fue cabreado

Luis Suárez, jugador del Barcelona

Luis Suárez, jugador del Barcelona / sport

Albert Masnou

Albert Masnou

El Barça sumó una nueva victoria que le permite seguir al frente de la clasificación y romper con el pasado más reciente pues el Málaga le arrebató cinco puntos durante la pasada temporada que acabaron costándole la Liga.

Este año es diferente y está claro que el Barça es más fiable. Encaja poco, gana los partidos ante rivales teóricamente inferiores y no deja espacio a las sorpresas. El equipo lleva 26 goles en estas primeras jornadas y ha encajado solo tres, lo que son unos registros mejores que en el pasado curso porque tras los nueve primeros partidos llevaba 29 tantos (+3) pero había encajado 12 (-9).

La mejor virtud del Barça de Valverde es la fiabilidad aunque es evidente que ha perdido chispa arriba. La lesión de Dembélé se está acusando porque falta desborde cuando la pelota llega a los tres cuartos del campo. Deulofeu, su sustituto natural, se estrenó como goleador contra el Málaga pero no demuestra ser una solución definitiva. No acaba de explotar, tal y como se espera. Y luego está el caso de Luis Suárez, que lleva solo tres goles marcados. Un mal balance teniendo en cuenta que a estas alturas de la pasada temporada llevaba siete. 

Contra el Málaga erró dos ocasiones impropias de él y sigue sumando. Lleva 32 disparos de los cuales solo 17 han ido entre los tres partidos y de los cuales solo 3 han sido gol. Los números hablan por sí solos.

Ya sea por su nueva posición en el campo, más en el extremo, o por sus problemas físicos, el Barça debe recuperar a Luis Suárez porque su hambre acaba siendo clave en la consecución de títulos. La cara de mosqueo con el que abandonó el campo al ser sustituido por Alcácer es una demostración de que Suárez no vive sus mejores momentos. Está claro que el Barça le va a necesitar.

{"zeta-legacy-video":{"videoId":"11331837"}}