Sin Messi, no somos nada

Messi es vital para Argentina

Messi es vital para Argentina / EFE

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

Yo ignoro, totalmente, cómo acabará esto, pero yo creo que esto de la selección argentina tiene un punto de locura que, incluso, para nosotros, que estamos locos del todo, suena, no sé, a esperpéntico, la verdad.

Ganan sin jugar bien (y eso que mira que tienen jugadores ¡vaya que sí!) y, aunque siguen camino del próximo Mundial, se monta un pollo de narices. Y no solo, que también, por la manera y forma que Leo Messi utilizó para insultar al línier y protestar al árbitro (todos brasileños, así que empieza a entenderse), sino por la forma en que siguen escribiendo sobre el mejor jugador del mundo.

Leo, en el popular ‘Clarín’. “Leo Messi: Tuvo un primer tiempo de un jugador normal, con eso le alcanzó para ser el mejor de Argentina, pero no para hacer la diferencia en el juego. Y, en la parte final, desapareció, y eso que ni siquiera lo marcaron. Se entregó a la realidad de un equipo que no jugaba. Cuando él tiene que ser todo lo contrario. Tiene que rebelarse. Él no puede jugar mal”.

Miro el diario deportivo ‘Olé’ y acabó por volverme loco: “Sin él (sin Leo Messi, claro), no somos nada. Con Messi en sus filas, Argentina suma el 83% de los puntos; sin él, Argentina solo consigue el 33% de los puntos”. Y va Messi, bueno, como todos los componentes de la selección albiceleste, y abandona el Monumental sin hacer declaraciones, porque aún siguen enfadados, en ley de silencio, o algo así, porque dijeron que su colega Lavezzi se fue de juerga y fumó marihuana, cosa que no le perdonaron a los medios.

Más prensa

Pero, espera, espera, que aún se lió más. “A Lionel Messi -relata ‘La Nación’-, se lo vio como pocas veces insultar a los árbitros brasileños del encuentro. En el primer tiempo, se enojó con Dewson Silva, uno de los líneas. En el complemento, la bronca fue con el otro línea, Marcelo Vangasse, quien no sancionó una infracción que Leo consideraba que era. “Tomatela, la c... de tu m...”, le dijo Messi, quien al final del partido continuó con su descargo. En el informe del árbitro Sandro Ricci no hubo mención a los insultos de Leo”.

Yo estoy totalmente convencido de que Messi siente tanto, tanto, tanto, la selección argentina, tanto, que, pese a todo lo que le han dicho y hecho, él seguirá peleando para que, no solo se clasifique para el Mundial, sino, incluso, para conquistar, por fin, una Copa del Mundo para los suyos. Bueno, que sepan que el curioso seleccionador argentino, Edgardo Bauza, ya ha relatado, incluso, cómo piensa celebrar semejante conquista. De verdad, en serio, eso es una auténtica locura.

Yo, insisto, me parece que la cabeza de Messi ha de ser de acero inoxidable, en el sentido de que, no solo soporta la presión de ser el mejor futbolista del mundo y, encima, tener que ganar todos los partidos que juega (a veces, como ocurre con Argentina, solo, totalmente solo), sino que, además, ha de ser el futbolista-bandera, el muchacho sobre el que caiga toda la responsabilidad, fuera y dentro del campo.

Sin ver al auténtico Leo

No es extraño, por tanto, que, en determinados momentos de la temporada, por ejemplo, estas semanas, no hayamos visto al auténtico Leo Messi, lo que hace que tanto el Barça como Argentina tengan la sensación de que pueden perder el tren de los títulos. Pero solo ‘Superman’, o el hijo de Tarzán, soportarían semejante papel, pues también le toca, también, a la ‘Pulga’ ser, a veces, acompañante, más que estrella.

Tú lees, no ahora, no esta semana, siempre, los medios de comunicación de Argentina y tienes la sensación de que parecen dispuestos a perdonar a todos los futbolistas, menos a Messi. Y no porque le pidan milagros, que los hace (bueno, ya ven, con él ganan casi siempre, el 83% de los puntos, más o menos, como en el Barça), sino porque entre todos parecen ignorar que el fútbol es un juego de equipo. Y no solo eso, no es de un equipito de cinco o seis, es de un equipazo de 11, por lo tanto bien harán en preguntarse qué aportan los demás, algunos con contratos también millonarios.

Ahora sabrán por qué gana tanto dinero Messi, porque es el centro de todas las oraciones de culés y argentinos, que esperan que les mantenga en la nube de la felicidad. Aquí hemos sido tan felices con él, que nunca le criticaremos si un día desaparece, pues, incluso en ese partido, hace algo vital para que el Barça gane. Allí, los suyos siempre están dispuestos a pasarle cuentas. Siempre.