Sigue el hilo

Piqué vio la quinta amarilla

Piqué vio la quinta amarilla / sport

Carme Barceló

Carme Barceló

Escribo este artículo mientras las juntas directivas del Barça y del Sevilla comparten mesa, mantel y chascarrillos en el restaurante Bonanova. Algunos darán un paseo previo al partido, otros echarán una cabezadita y todos se encontrarán después en el palco, ese lugar de moda gracias a Gerard Piqué (por retratarlo) y a Florentino Pérez (por potenciarlo, multiplicarlo y empoderarlo). Convivencia, fair play institucional y buen rollo en general marcarán, casi seguro, el tono de lo que se viva en la zona noble del Camp Nou esta noche. Pero en Madrid la cosa no va a ser igual. El silencio de la cúpula blanca ante las declaraciones del defensa no es tal, no se engañen. Optar por no contestar de forma oficial no significa que no se responda de forma subliminal. Las horas y los días inmediatos a las declaraciones de Piqué ocuparon a los altavoces de la directiva madridista. Las que se vienen pueden ser peores. Ya se habla de guerra. Así, sin filtro. Consideran en la capital del reino que suscribir las palabras de Gerard por parte de la directiva del Barça es encender la mecha que nos llevará al día de Sant Jordi, con las espinas opacando a las rosas y las fauces del dragón bien afiladas esperando a los blaugranas en el Bernabeu. En ese palco de los hilos, nadie da puntada sin ellos. Ni en la cúpula ni en sus aledaños. La última es preguntarse en Madrid por qué el Realísimo no rompe relaciones o por qué la entidad catalana no es consecuente con sus palabras y remata con los hechos declinando la invitación al palco de los valores. Pisar ese espacio se traduce en provocación. Y en guerra abierta. Son hábiles. Y listos. Una vez caducada la vía deportiva buscan calentar el ‘clásico’ por la institucional y así replicarla después en el césped y en la grada el día 23. A la par, regalo para el colegiado Hernández Hernández. El hacedor del mayor escándalo arbitral de la Liga española con ese ‘gol fantasma’ en el Benito Villamarín, pitará el Real Madrid-Barça. Como canta la gran Beth, “Segueix-me el fil” (“Sigue el hilo”). Veremos lo lejos que llega.