El sentido común de Valverde

Valverde espera más marcajes individuales a Messi esta temporada

Valverde espera más marcajes individuales a Messi esta temporada / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Seis de seis, victorias sobre partidos, claro está. Veinte goles a favor y dos en contra. Líder, liderísimo... ¿Qué pegas se le pueden poner al Barça de Valverde? Pues ninguna, la verdad. Es el mejor Barça en un arranque de la Liga. Este Barça, jugando con sentido común, haciendo las rotaciones con sentido común, superando las adversidades (la lesión de Dembélé, el recambio de Neymar, lo es) con sentido común, domina la Liga con una comodidad que nadie esperaba. Puede que aún no nos haya regalado ningún espectáculo apoteósico, pero lo ha ganado todo con una eficacia que sí es espectacular. Ayer, contra el Girona, Valverde consiguió ganar y dar descanso a Piqué, antes se lo había dado a Umtiti, con lo que ya tiene a los centrales rotados y liberados del riesgo de tarjetas que su demarcación siempre supone. También a Semedo, como antes hizo con Alba. Y dio medio descanso a Busquets. Y tiene contento a Mascherano, que es muy importante, ¡eh! Y volvió a enchufar a Suárez. Y tiene motivado a Aleix Vidal. Y a Sergi Roberto. Y con esta gestión, dieciocho puntos y siete de ventaja sobre el Madrid, que, por cierto, las pasó canutas en el campo del colista.

LA GESTION DEL ENTRENADOR. Creo que lo más importante de que el Barça vaya líder con todos los partidos ganados no son las propias estadísticas exitosas si no la gestión de estos seis partidos. Ganar al Betis, Alavés, Espanyol, Getafe, Eibar y Girona es normal. Pero también lo sería para el Madrid haber ganado en el Bernabéu al Valencia, Levante y Betis y, sin embargo, se ha dejado siete puntos. Así que hay que valorar en su justa medida los resultados y, muy especialmente, las decisiones de su entrenador, que ha conseguido el más difícil todavía: tener enchufados, motivados y convenientemente rotados a todos los jugadores y haberlo ganado todo con absoluta autoridad. Con sentido común, sin crispar entornos y acallando críticas precipitadas. Como debe ser.