'Sí' a Semedo, 'no' a Bellerín

Semedo, en la presentación

Semedo, en la presentación / Marc Casanovas

Ernest Folch

Ernest Folch

El Barça oficializó por fin llegada de Nélson Semedo, un fichaje detrás del cual hay muchos más recovecos de lo que parece. El club apuesta por un lateral joven, con gran proyección y un perfil Barça, pero con poca experiencia, sobre el que planean tantas esperanzas como incógnitas. Lo que está claro es que la llegada de Semedo es el primer intento de cerrar una hemorragia que se inició con la injustificable marcha de Alves, la misteriosa y todavía no explicada defenestración de Aleix Vidal y la acertada adaptación de Sergi Roberto al lateral, aunque a costa de sacrificar su alineación en el medio campo. El lateral derecho se convirtió así el año pasado en un agujero negro muy peligroso por el que el equipo se fue desangrando a medida que avanzaba la temporada, y lo que aparentemente era un problema que se podría parchear terminó siendo un lastre demasiado pesado. Nadie le puede pedir al principio a Semedo que se convierta en un Alves, pero solo que logre estabilizar esta demarcación y curar la herida del lateral se habrá logrado una gran mejora respecto al año pasado. La operación exprés cerrada el jueves en Lisboa se explica también por el encalle del fichaje de Bellerín, que fue siempre la primera opción, hasta que el club anunció la remodelación de la estructura y el nuevo mánager Pep Segura abortó acertadamente la operación. El precio desorbitado que pedía el Arsenal era una barbaridad, y el Barça hizo muy bien en darle un portazo. El mismo jueves, en una entrevista a SPORT, Xavi puso encima de la mesa un debate latente en el barcelonismo cuando dijo: “Nunca ficharía a un jugador que se ha ido del Barça”. La idea admite todos los matices que quieran, y da para largas disquisiciones, pero sin duda recogía una discusión muy viva dentro de la entidad. La frase de Xavi explica mejor que ninguna otra por qué el Barça ha fichado a Semedo y no a Bellerín.