El secreto de Messi, Suárez y Neymar

Messi, Neymar y Luis Suárez, en el vestuario

Messi, Neymar y Luis Suárez, en el vestuario / Instagram

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Espectacular, apasionante, lo vivido ayer en el Camp Nou. El dramatismo de la Copa elevó la emoción y disparó las emociones de los aficionados. Fue un partido complicadísimo para el equipo de Luis Enrique, perjudicado nuevamente por el árbitro al anular un gol por fuera de juego inexistente que hubiera abierto la lata antes y posiblemente nos hubiera ahorrado mucho sufrimiento. Lo corrigió la eficacia de Suárez, con un disparo marca de la casa antes del descanso. Su gol número 100 en 120 partidos vestido de azulgrana. Y el 300 del tridente en poco más de dos temporadas. Aquí quería llegar, al tridente, siempre el tridente, que ayer firmó una victoria que evita una crisis y multiplicará la confianza del equipo en pos de esta remontada que está obligado a realizar en la Liga. El tridente, sí, el mejor rematador, el mejor pasador y el mejor del mundo. Suárez se marcó un golazo, a pase de Neymar, Ney pudo por fin cantar un gol y Messi puso el broche de oro, cuando el Athletic había igualado la eliminatoria y todo pendía de un hilo, con su tercer gol de falta directa en los últimos tres partidos. 

HUMILDES. Lo de Leo es histórico, tira las faltas como si fueran penaltis... quizá por eso dejó que la pena máxima la lanzara Neymar. No, claro, no fue por eso y ahí radica la grandeza de estos tres jugadores. Messi cedió el penalti a Neymar para que el brasileño acabara con su sequía goleadora, que ya duraba demasiado. Se trataba de ayudar al compañero a recuperar confianza, lo que en definitiva redunda en beneficio del equipo, aun a riesgo de comprometer la transformación. Los cracks, los genios, son así. Fue la demostración de que el tridente está unido como una piña, sin egos ni vanidades que amenacen con dinamitar la auténtica fuerza del equipo. Son tres fenómenos como futbolistas y tres personas con una gran humildad, impropia de los astros del fútbol y de cualquier actividad pública. El barcelonismo nunca podrá agradecer a los tres, pero especialmente a Messi, su manera de ser. Ahí radica el secreto del tridente, que ayer dio al Barça un triunfo cuya importancia será enorme en la lucha por todos los títulos, no solo la Copa. Al tiempo.