Schuster volvió a la escena del crimen

Bernd Schuster hablando con Lluís Canut, en un momento del programa Quan s'apaguen els llums (TV3)

Bernd Schuster hablando con Lluís Canut, en un momento del programa Quan s'apaguen els llums (TV3) / TV3

Pere Mas

Pere Mas

Ha empezado en TV3 un nuevo programa de entrevistas con deportistas retirados que pretende arrojar luz sobre episodios desconocidos de su carrera. El nombre no engaña, “Quan s’apaguen els llums” (Cuando se apagan las luces), y Schuster fue el primer cliente del diván de Lluís Canut. Con una cuidada realización y un estilo de editaje que usan gente tan diferente como Bertín en “Mi casa es la tuya” o Évole en “Salvados”, la entrevista se convirtió en un repaso cronológico de su carrera impecablemente aderezado con imágenes de archivo. Arrancó sobre el césped del Camp Nou donde se resarció tácitamente de su “traición” madridista al admitir que “en Barcelona la gente me trató como Dios, lo que viví no lo olvidaré nunca en mi vida”. Contó anécdotas como su llegada en 1980 conduciendo su coche, cosa inimaginable actualmente, o la diferencia radical entre sus horarios y los de Maradona, mucho más nocturnos. Aquí estuvo diplomático. También relató que Terry Venables quería contratar a otro extranjero en su lugar y que por eso le sustituyó en la desgraciada final de Sevilla que acabó con el alemán pagando el pato de la derrota y fuera del Barça. Y cuando servidor ya se disponía despotricar de Canut por no preguntarle sobre el famoso “no hase falta desir nada más”, el periodista se lo soltó cuando ya había despedido la conversación. Es perro viejo y supo mantener la intriga hasta el final.