SIEMPRE DE CARA

¿Rezamos? No, vayamos de fiesta

Iraola, en un partido con el Athletic

Iraola, en un partido con el Athletic / sport

Tomàs Andreu

hoy toca catedral. No hace falta ser barcelonista católico o de ninguna otra religión para pedir al Dios que ustedes quieran que La Catedral obre un milagro esta noche y el Athletic de las grandes ocasiones propine otro lindo repaso al irregular Real Madrid de las últimas semanas. Otro tropiezo que serviría el liderato en bandeja a los de Luis Enrique antes de llegar al clásico.

Seamos sensatos, estemos pendientes del gran partido en Bilbao pero no nos hagamos muchas ilusiones. Mejor disfrutar de la final de Copa, que otros no tienen, y pensar en los retos que se avecinan. Que llegan buenas noticias procedentes de Bilbao... a celebrarlo. Que el Madrid no se deja sorprender por los de Valverde... pues también a festejarlo. Una de las bendiciones de la mejoría del Barça es que, por fin, vuelve a transmitir sensación de solvencia. Con permiso de la Real y Málaga, el equipo destila  buenas vibraciones y garantiza competitividad en todos los frentes. Y esos son motivos más que suficientes para encarar el presente con optimismo.

Si Charly dejas las pizzas en el congelador, Bartomeu no genera ningún incendio y Luis Enrique guarda la compostura, el barcelonismo debe focalizar todo su interés y pasión sobre el terreno de juego. Y ahí, los Bravo, Piqué, Messi, Luis Suárez y compañía no tienen rival a día de hoy. Toca jugar, toca disfrutar y si el Athletic nos brinda una sorpresa... bienvenida sea.