EN LA ORILLA

La rectitud

Halilovic está a gusto en el FC Barcelona

Halilovic está a gusto en el FC Barcelona / sport

Martí Perarnau

El problema del fútbol formativo del Barça no es de resultados, sino de formación. Confundir el diagnóstico imposibilita solucionar el problema. Los resultados solo son una parte, y no la más trascendente, del proceso formativo. El problema tampoco reside en las malas prácticas administrativas llevadas a cabo por el club y que desembocaron en la durísima sanción de la FIFA. Aquellas malas prácticas fueron conocidas, amparadas y menospreciadas por el anterior presidente del club y quizás también por el vicepresidente deportivo, hoy presidente, y despachadas con desdén hasta que ya fue demasiado tarde. Las consecuencias principales, además del cierre de la ventana de fichajes, las están padeciendo un buen número de chavales privados de jugar o que ya están empezando a huir del Barça. Pero este tampoco es el núcleo del problema.

El problema básico del fútbol formativo del Barcelona reside en la formación. Salvo en un breve período de la presidencia de Gaspart, la cantera nunca estuvo en peligro por más vicisitudes que viviera el primer equipo. Ni siquiera en los momentos más oscuros del período 2000-2003 nadie metió mano en la estructura formativa. Hasta que en 2010 Sandro Rosell quiso intervenir para dejar huella y a fe que lo consiguió. Quien dirigía el fútbol formativo en aquella época era José Ramón Alexanko, un hombre recto. Como toda persona, tenía defectos pero su rectitud, honestidad, firmeza e ideas claras eran incuestionables. Con Alexanko, un niño era un niño, un padre era un padre, la formación estaba por encima de todo y solo había una cosa aún más importante: el Barça. Ni el dinero, ni las rabietas, ni las poses o chulerías, ni los arrebatos o amenazas podían torcer el criterio del director de la cantera. Podía haber gente más moderna, pero no más recta. Quien la hacía, la pagaba, ya fuese el diamante más prometedor. Y quien necesitaba ayuda, siempre la recibía. Alexanko era la rectitud y fue decapitado. Ese día empezó el problema.