¿Quién manda en el Barça?

Bartomeu elogió a Leo Messi

Bartomeu elogió a Leo Messi / FCB

Ernest Folch

Ernest Folch

Tres horas después de que el Barça anunciara nada más y nada menos que una demanda contra Neymar por incumplimiento de contrato, va y vuelve el tridente pero esta vez en instagram para certificar que los jugadores, como mínimo, viven en un mundo paralelo. La evidente disonancia entre el mensaje del club y el de varios pesos pesados de la plantilla con escasos minutos de diferencia podría excusarse por aquello de que los futbolistas no se enteran de nada ni miden las consecuencias de sus actos en las redes sociales.

Sin embargo, el episodio de ayer es demasiado flagrante como para concederles tanta ingenuidad. Es imposible, esta vez, que no supieran el contencionso abierto que el club tiene con Neymar como es difícil imaginar que no sean conscientes de cómo ha escocido, entre la afición blaugrana, el dudoso comportamiento de Neymar, con mentiras incluidas, durante su fuga de este verano. Lo cierto es que el club ayer volvió a hacer un ridículo innecesario, algo que lleva a varias conclusiones. 

La primera constatación es que los enemigos de la directiva son los amigos de los jugadores. Puede que ni siquiera sea algo intencionado pero lo que está claro es que si la directiva intentaba convertir a Neymar en el culpable de sus males, los jugadores van en la dirección contraria y exhiben su amistad más que nunca. Por cierto, en el ‘sesioneo’ también quedó claro que mientras Alves ataca a la directiva y esta lo ataca a él, los jugadores del Barça nos recuerdan que siguen siendo más amigos que nunca. ¿Se imaginan a Bartomeu fotografiándose abrazado a Sanchez Arminio el día después que Piqué denunciara la temporada pasada las pifias arbitrales? Es más o menos lo que ayer hizo Piqué riéndose con Neymar todavía no sabemos muy bien de qué.

La segunda constatación es filosófica y tiene que ver con el aberrante poder que han conseguido los jugadores: hacen y deshacen a su antojo sin que nadie le pare los pies ni les diga nada. Es una auténtica ‘futbolistacracia’ sin control, de la cual vivimos ayer uno de sus episodios más patéticos. Porque el día en el que los futbolistas se rieron de la directiva del Barça, la directiva fue incapaz de decirles nada. El episodio sugiere una pregunta inquietante: y en el Barça, ¿quién manda? La respuesta es todavía más inquietante que la pregunta.