OPINIÓN EXPRÉS

¡Yo quería que tocara el Madrid!

El Atlético será el rival del FC Barcelona en los cuartos de final de la Champions. A mí me hubiera gustado que nos enfrentáramos al Madrid...

Los goles de Messi y Neymar serán claves en los cuartos de final de la Champions

Los goles de Messi y Neymar serán claves en los cuartos de final de la Champions / sport

Lluís Mascaró

Yo quería que tocara el Madrid. Por tres motivos. El primero, porque el Barça es muy superior (y más a doble partido). El segundo, porque dejaríamos a los blancos 'en blanco': ni Copa, ni Liga, ni Champions... Y el tercero, por el el impacto mediático: una trilogía con el Madrid (un partido de Liga y dos de Copa de Europa en 10 días) sería apasionante. Para los aficionados. Y para los periodistas. Pero ha tocado el Atlético. Más difícil...

No me preocupaba un enfrentamiento con el Madrid. Porque el Barça no tiene rival. Ni en España ni en Europa. Porque es el mejor equipo del mundo.  Y el más solvente. Su (casi) impecable trayectoria de 38 partidos sin perder y su poderío ofensivo le convierten en el gran favorito para ganarlo todo. Absolutamente todo. Repetir triplete está cerca. Muy cerca. Y no hay escollo  imposible. Por eso, da igual quién sea el rival de los cuartos de final de la Champions.

En el sorteo que se ha celebrado este mediodía todos temían al Barça. Nadie quería enfrentarse al equipo de Luis Enrique. Ni siquiera el Bayern de Guardiola. Y mucho menos el Madrid de Zidane. Todos los equipos se saben inferiores. Todos los equipos son conscientes de que este Súper Barça les puede arrollar con su tsunami futbolístico. La bola del Barça era la bola a evitar en Nyon. Que toque cualquiera, menos el Barça... pensaban los otros siete entrenadores. 

El vestuario blaugrana, a pesar de su impresionante racha, mantiene la prudencia. Se ha impuesto el partido a partido. Al menos, públicamente. Porque la verdad es que los jugadores del Barça saben que están a las puertas de cumplir un reto histórico. Les quedan cinco partidos para ser los primeros en ganar dos Champions consecutivas. Y están convencidos de que pueden conseguirlo.

Su único rival son ellos mismos. Su único rival podría ser la autocomplacencia. O la soberbia. Pero ni una cosa ni la otra puede darse en este Barça. El propio Messi, el Dios de todos los Dioses, aseguró este jueves que la humildad de estos futbolistas es la base del éxito. La humildad y la ambición. Las ganas de seguir ganando. Las ganas de seguir haciendo historia después de haberlo ya ganado absolutamente todo. Y eso les hace, todavía, más peligrosos.

En este Barça no existe margen para la relajación. La ilusión es tan grande que solo piensan en la victoria. Sea quien sea el rival. Ha tocado el Atlético. Este equipo no teme a nadie. Ni a sí mismo...