Que el Barça hable en el campo

Piqué agradeció el apoyo de la afición

Piqué agradeció el apoyo de la afición / EFE

Ernest Folch

Ernest Folch

El clásico se enrarece a pocas horas de que el árbitro silbe el inicio del partido. El club blaugrana echó ayer un pulso al TAD y amagó todo el día con que Neymar viajaría al Bernabéu. El argumento del Barça es diáfano: solo tirará la toalla cuando queden agotadas todas las vías administrativas, y considera que el rechazo del presidente del organismo lo es solo a título individual y no tiene validez jurídica. El club tiene formalmente razón: el TAD no se ha reunido para deliberar sobre la sanción a Neymar y la vía administrativa no está agotada hasta que se produzca la deliberación. Y de fondo queda claro que la competición que se autodenomina la mejor Liga del mundo podría ahorrarse este esperpento con tan solo lograr que se reunieran los miembros del TAD a las puertas de un clásico que dará la vuelta al mundo.

Dicho esto, la escenificación del Barça durante el día de ayer no es la mejor fórmula para afrontar el clásico, porque distrae la atención de un partido crucial, en el que el equipo se juega seguir aspirando a conquistar el doblete. Hay motivos sobrados para quejarse, empezando por la designación del mismo árbitro que fue incapaz de ver, en el Benito Villamarín, un gol que entró más de medio metro dentro de la portería. Pero a 24 horas del clásico la sobreactuación se convierte inevitablemente en una cortina de humo y da argumentos a los que acusan al club de victimizarse. Hay una ley no escrita del fútbol que advierte que la queja es la antesala de la derrota, porque predispone más a la excusa que a competir. Cierto, no descubriremos ahora que al Barça se le tiene ganas en muchos estamentos desde que empezó su hegemonía en la Liga española. Sin embargo solo ha sido un club fuerte cuando se ha abstraído de este mar de fondo, y se ha dedicado solamente a ser el mejor. El Barça se juega hoy una parte importante de su futuro, y lo que debe hacer es hablar en el campo.