¿Por qué se van los buenos canteranos?

El central Eric Garcia en un partido ante el Espanyol

El central Eric Garcia en un partido ante el Espanyol / sport

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Llegó el mercado de verano y parece que, cada semana, se da un goteo de fugas de jugadores de la cantera. Muchos, la mayoría, porque no convencen al club, pero algunos, unos cuantos, los que apuntan verdaderamente alto, lo hacen por dinero y porque el relato que les vende el Barça ya no les convence. Lo primero tiene difícil solución. Entrar en una batalla de precios con chicos en formación sería catastrófico teniendo en cuenta el potencial de las academias de clubs ingleses. Una guerra perdida. Pero el Barça sigue siendo el Barça y es preocupante que algunos cracks que apuntaban al primer equipo decidan irse porque aquí no ven claro su futuro. Es evidente que importa el dinero, pero les acaban convenciendo por proyecto. Y eso es algo que, en el pasado, sucedía en contadas ocasiones.

Los chicos no visualizan su futuro deportivo en un club al que le cuesta demasiado tomar decisiones. Y alguna de ellas, como el fichaje de algunos extranjeros de dudosa calidad y procedencia, no hace más que encender los ánimos de los que llevan años currándose la vida deportiva como blaugranas. El Barça necesita reflexionar y sentar nuevas bases con estructuras más ágiles y que puedan contemplar cambios en momentos oportunos. No está mal que haya una tabla de salarios estipulada por categorías, pero hay excepciones que claman al cielo. Y es que lo barato acaba saliendo muy caro. Ejemplos como el de Cesc Fàbregas, Piqué o el de Bellerín deberían servir para reflexionar. Porque los que se van ahora pueden ser cracks repatriados a precios millonarios dentro de poco. No es cuestión de pagar más, pero sí apretar en aquellos incuestionables y dejar de gastar dinero en operaciones que nadie entiende. El futuro pasa por la cantera. Y esta cantera clama cambios para seguir triunfando.