¿Por qué están tristes Messi y Piqué?

La cara es el espejo del alma. Porque los rostros de los seres humanos transmiten emociones. Las buenas y las malas. Como las que mostraron Messi y Piqué, dos de los pilares de este Barça, después de ganar por la mínima, de penalti y en el último minuto, al Leganés en el Camp Nou. Ni una sonrisa. Ni una ligera mueca de satisfacción.

Al contrario. Seriedad absoluta. Un rictus depresivo. A pesar de que la victoria permitía a los blaugranas seguir vivos en la Liga. ¿Por qué esa imagen de tristeza, que llenó de mayor desasosiego, si cabe, a todos los culés?  Pues porque ni Messi ni Piqué son, en estos momentos, felices en el campo. Y, como ellos, la mayoría de los jugadores.

Sería un error pensar que el Barça se ha hundido moralmente tras el varapalo de París. Antes de enfrentarse al PSG, los blaugranas ya deambulaban como alma en pena por la Liga. Y solo la magia de la MSN había evitado, hasta entonces, el desplome del equipo. Pero la Champions es otra cosa. Y la humillación en el Parque de los Príncipes fue tan grande (y tan global) que tuvo consecuencias nefastas en la moral de los barcelonistas.

Se salvó, de  milagro, el escollo ante el Leganés. Y la auténtica vara de medir sobre el futuro de este equipo llegará el domingo en el partido contra el Atlético. Veremos cuáles son los rostros de los jugadores de Luis Enrique en el Calderón… Antes, durante y después del encuentro. Sobre todo, después del encuentro.