Un partido que sí que importa, y mucho

Luis Suárez se abraza con Leo Messi

Luis Suárez se abraza con Leo Messi / sport

Ernest Folch

Ernest Folch

Los males del fútbol se curan con más fútbol. Por eso es una bendición que este partido contra el Borussia M’gladbach llegue solo 3 días después del clásico. Ayer Luis Enrique dijo textualmente en la rueda de prensa que este último encuentro de Champions le importaba “tres narices” aunque admitió al mismo tiempo que “ganar es importante para dispar la nube” que se cierne hoy sobre el equipo. Efectivamente el partido contra los alemanes es intrascendente desde el punto de vista de la clasificación, pero el entrenador azulgrana se equivoca cuando le resta importancia. Primero, porque el club se juega un buen pico de dinero y otro tanto pico de prestigio, en un momento en el que el mundo se pregunta sobre sus prestaciones futbolísticas. Y segundo, porque la visita de los alemanes es ahora un regalo del destino que es mejor aprovechar. Nada mejor que un partido de Champions que se ve en medio planeta para zanjar el debate del juego, recuperar confianza y continuar la senda iniciada en el punto exacto donde lo dejó Iniesta con su providencial entrada en el clásico.

Consolidar las grandes sensaciones que se tuvieron tras la irrupción de Andrés es el gran objetivo del último partido de la primera fase de la Champions. El Barça lleva algunos partidos tocado y no hay mejor oportunidad que otro partido de fútbol para estabilizar su sistema creativo. Además, Messi lleva 9 goles en la liguilla de la Champions y está a solo dos del récord que posee Cristiano. Es decir, que no se trata solo de reactivar al Barça sino de dar otra oportunidad para que Messi consiga una marca histórica. En un momento en el que el equipo da síntomas de gran irregularidad, no es precisamente el mejor momento para restar tensión y competitividad a un encuentro, y menos si es de Champions. No se puede pretender convencer siempre a la gente a través de los resultados, porque aunque es cierto que las victorias actúan de calmantes, como dijo ayer Luis Enrique, todos sabemos que en el Barça ganar no es suficiente, y que además hay que convencer. Por eso la visita del M’gladbach es ideal, puesto que permitirá juzgar el juego sin el condicionante de un resultado que ya no tiene trascendencia. Un partido que sí que importa. Mucho más de lo que parece.