Un partido más de corazón que de estrategia

Neymar asume que se jugó muy mal en la ida ante la Juventus

Neymar asume que se jugó muy mal en la ida ante la Juventus / AFP

Pichi Alonso

Pichi Alonso

 El duelo entre el FC Barcelona y la Juventus de Turín acapara el interés de la jornada de Champions de hoy. Los hombres de Luis Enrique afrontan una nueva remontada después de la que vivieron e hicieron en octavos de final ante el PSG de Emery. Ahora el reto es superar al campeón de la Liga italiana que llega al Camp Nou con tres goles de ventaja.

En lo emocional. Hay partidos donde el planteamiento táctico para superar o contrarrestar al rival es prioritario y básico, y hay otros partidos donde la táctica queda en un segundo lugar y lo principal es la intensidad, la agresividad, la contundencia, el corazón, el convencimiento, la solidaridad.., y ese es el partido de hoy en el estadio barcelonista. Intentarlo es lo mínimo que se les puede exigir a los jugadores barcelonistas. Que al acabar el partido Alves esté enemistado con Neymar aunque sea temporalmente, que Chiellini vuelva a tener un “gran recuerdo” de Luis Suarez y que no sea por un mordisco, sino por sus goles, que Alex Sandro no tenga ni pizca de ganas al finalizar el partido de pedirle la camiseta a Messi…

Ese seria un síntoma magnifico, un síntoma de que el Barcelona habría hecho los deberes y habría puesto en dificultades a la Juventus.

Es tan y tan grande la recompensa caso de conseguir una segunda remontada, que me niego a creer en actitudes pasotas en ningún jugador, enfrentado o no a su técnico, como algunos han dejado ver, me da lo mismo. El éxito es colectivo, pero también tiene una gran repercusión en el palmares y curriculum de cada uno de los integrantes de la plantilla. Contundencia, agresividad en el buen sentido en cada disputa de balón, que sientan los jugadores de la Juventus que se va a ir por todo, y al final si el equipo ha competido y lo ha dado todo sobre el terreno de juego, la grada se lo agradecerá.

EN LO DEPORTIVO. Está claro que la Juventus probablemente es el mejor conjunto de Europa en defensa estática, es decir posicionalmente, armaditos atrás son prácticamente invulnerables, como ya hicieron en Turín después del primer gol de Dybala. El equipo italiano solamente han encajado 2 goles en los partidos de Champions disputados esta temporada entre la liguilla y los octavos de final de la máxima competición europea. Por lo tanto las posibilidades de gol en ataques posicionales del Barça son mínimas, y lo ideal sería atacar en transiciones rápidas, que con toda seguridad intentaran frenar los jugadores italianos como ya hicieron en Turín con faltas continuas. Por lo tanto es imprescindible que el FC Barcelona realice una presión alta tras perdida de balón en ataque, provocando que la Juvenrus no esté nada organizada defensivamente cuando intente salir con el balón una vez recuperado del ataque del Barça.

Anticipación. Hay que hacer que se sientan incomodos en todo momento los de Allegri, aunque suponga riesgos caso de salir vencedor de esa presión con éxito. Otro aspecto sin ninguna duda estará en tener el acierto en la finalización de las jugadas de gol que tengas a lo largo de los noventa minutos o en los treinta de añadido si hay la posibilidad de disputar la prórroga, pues lo normal es que los italianos no concedan muchas opciones de gol, afinar la puntería y aprovechar las ocasiones que tengas... cosa que no ocurrió en Turín. Necesita el equipo mucha decisión y convicción en el uno contra uno en las cercanías del área rival, y sería bueno que los laterales llegasen por sorpresa desde la segunda o tercera línea, aunque Mandzukic y Cuadrado estarán preparados para convertirse en laterales como ya hicieron en Turín. En defensa, el conjunto de Luis Enrique deberá tener mucha anticipación y buenas vigilancias de Gerard Piqué y Samuel Umtiti cuando el equipo esté atacando.