No es un palo, es una oportunidad

Messi ha vuelto al trabajo en plena forma

Messi ha vuelto al trabajo en plena forma / FCB

Albert Masnou

Albert Masnou

El Barcelona ya tiene experiencia en estos casos. El caso Figo no se aleja tanto de lo que ahora el club está viviendo. Entonces se solventó de pésima manera y acabó desencadenando en que el Madrid vivió una época dorada y al Barça la depresión de duró tiempo. Le costó digerirlo y aceptarlo. Ahora, la postura de la entidad debe ser completamente diferente si finalmente Neymar acaba marchando.

Hay que vestirlo como una oportunidad de oro porque el club ingresa una cantidad ingesta de dinero, porque la afición (según la encuesta de SPORT.es) aplaude su marcha, porque exportará la fiesta en París y porque habrá dinero para fichar a jugadores para llevar a cabo la reformulación de la plantilla que este verano, de momento, no se ha producido.

El Barça no está ante un palo sino ante una oportunidad y para ello hay que ser valiente y no fallar en la gestión de este dinero. El problema que surge de inicio es que nadie quiere vender a sus estrellas. Hay cinco jugadores en el mercado capaces de ocupar el vacío que deja Neymar y solo uno tiene cláusula de rescisión (Griezmann). La respuesta que se encontrará el Barcelona con el reto (Mbappé, Dybala, Dembélé...) es que no venden. Además, estos clubs saben que el Barça tendrá liquidez por lo que si, finalmente, consideran la opción de traspasar será aprovechándose de la economía del Barcelona. No será fácil pero trabajo de los gestores es acertar para que el Barcelona tenga la próxima temporada un equipo más competitivo que la pasada y que la anterior, en la que estaba Neymar, y que no pudo pasar los cuartos de final de la Liga de Campeones. No es el momento de debilidades sino de fortalezas y la ausencia de Neymar, si llega el caso, es significativa pero tampoco debe ser el fin del mundo. Si se va es porque no es Messi.